Icono del sitio Revista Jara y Sedal

Condenan a dos animalistas a pagar casi 30.000 euros a un grupo de cazadores

Una jueza de Tenerife ha condenado con una sentencia ejemplar a dos animalistas que destrozaron un bebedero instalado por cazadores en un coto de Tenerife. Es la primera vez que se condena un acto de violencia animalista de este tipo en España.
26/4/2018 | Redacción JyS

La sentencia condena por primera vez un acto de violencia animalista contra cazadores. /Shutterstock

El pasado 10 de abril informábamos desde Jara y Sedal que se acababa de celebrar la primera sesión de un juicio en el que se sentaban en el banquillo dos jóvenes animalistas que habían sido acusados de destrozar un bebedero de agua instalado en un coto de caza en Tenerife. Como ya adelantamos, ambos negaron que fueran los autores de los daños, a pesar de haber sido sorprendidos en su vehículo con una maza y haber sido vistos por varios testigos realizando las destrozas. Su versión, según la cual habrían acudido a la zona para buscar perros empleados en peleas clandestinas, tampoco han servido para convencer a la jueza del Juzgado de lo Penal Nº5 de Santa Cruz de Tenerife, que les acaba de imponer una condena ejemplarizante.
La magistrada ha encontrado culpables a los dos animalistas por un delito de daños, y les ha condenado a pagar una cantidad cercana a los 30.000 euros. La histórica sentencia, a la que ha tenido acceso Jara y Sedal, condena a cada uno a seis meses de multa, a razón de una cuota diaria de 4 euros, y a indemnizar conjuntamente a la Asociación de Cazadores El Cercado de Santa Andrés de Anaga con 23.777 euros más intereses, así como al pago completo de las costas del juicio.
 
Sentencia a la que Jara y Sedal ha tenido acceso.

Se trata de una sentencia histórica en nuestro país que sienta precedente al condenar una conducta de violencia animalista hacia el colectivo cazador. Una violencia que, como hemos denunciado en diferentes ocasiones desde este medio, es alimentada desde el propio sector animalista con campañas de información falsa y criminalización de los ciudadanos cazadores por el simple hecho de pensar diferente.
Este tipo de acciones son las que el pasado 15 de abril empujaron a 100.000 personas a salir a las calles de toda España para exigir respeto y libertad de elección a la hora de ejercer su derecho a cazar.

       
Salir de la versión móvil