La joven Mel Capitán decidía acabar con su vida el 19 de julio de 2017. Hoy se cumplen dos años de aquel fatídico momento.
19/7/2019 | Redacción JyS
Hace hoy justo dos años, Mel Capitán, la joven que se había convertido ya en un icono de la caza en España, decidió quitarse la vida. Tal y como aseguraron a este medio sus amigos más cercanos, tomó la fatal decisión por temas de índole personal, y así se lo hizo saber a algunos de ellos, a los que llamó para despedirse horas antes de subirse en su coche y dirigirse hacia una granja de Huesca para poner punto final a su vida.
Mel, una chica humilde de 27 años nacida en Badalona que trabajaba en un supermercado y cazaba en su pueblo, era muy popular en las redes sociales desde donde defendió la actividad cinegética con fuerza frente al acoso de los animalistas. Además, su compromiso con la mujer cazadora y los jóvenes la hizo participar en diferentes asociaciones del sector, en la estructura de la Oficina Nacional de la Caza e incluso como bloguera en Jaraysedal.es.
Hasta el momento en que decidió dejarnos, ninguna pérdida había removido tanto los cimientos del sector cinegético como la suya. Su marcha tuvo incluso un gran eco en el mundo animalista. Aquellos que se esconden detrás de un teclado para, dicen, defender a los animales, no tardaron en cargar contra la joven en las redes. Hasta el mismo Frank Cuesta le dedicó una carta entonces y en la que reivindicaba algo que muchos parecían haber olvidado: respeto.
Los cazadores se echaron a la calle y homenajearon a Mel Capitán
A los pocos días, una exitosa concentración en la Puerta del Sol de Madrid exigía la reforma del Código Penal con vistas al desarrollo jurídico del delito de incitación al odio. En ella, se homenajeaba la figura de la cazadora recién fallecida.
Los mensajes celebrando la muerte de la joven por parte del colectivo animalista inundaron las redes. La Real Federación Española de Caza se querellaba contra un centenar de ellos y un año después Jara y Sedal tenía acceso a las sentencias del caso: las juezas no veían delito en los insultos a la cazadora y quedarían impunes. Frases como «Yo propongo matar y degollar a todos estos putos cazadores, total solo sirven para hacer el mal. Ojalá se maten todos de la misma manera que esta tía» quedaban amparados por la libertad de expresión.
Desde Jara y Sedal homenajearemos con varias publicaciones a Mel Capitán en el día en el que se cumplen dos años de su pérdida.