Un joven seguidor de Jara y Sedal ha enviado a este redacción una instantánea y un vídeo de un sapo común (Bufo bufo) con cinco patas. El animal, ha sido capturado en la provincia de Segovia.
Las imágenes demuestran que la naturaleza no dejará nunca de sorprendernos. En ellas se puede ver cómo dos personas extienden en sus manos las extremidades del anfibio para dejar constancia de que, efectivamente, cuenta con una pata extra.
¿Qué razón puede provocar que un sapo tenga cinco patas?
Un error en el desarrollo embrionario puede llevar a algunos sapos o ranas a nacer con una pata extra. Esto deberse simplemente una cuestión hereditaria o darse de un modo aleatorio a lo largo de generaciones en estos anfibios.
Se han dado casos en el que algunos sapos han perdido una pata por una herida o infección y ha sido el proceso de regeneración el que de un modo erróneo ha dado lugar a una pata extra o deformada.
También algunos estudios han sugerido que la exposición a ciertos químicos o radiación puede alterar el desarrollo normal de los sapos o ranas y provocar malformaciones como patas extras. Estos agentes contaminantes pueden estar presentes en el agua, el suelo o el aire, y afectar a los anfibios directa o indirectamente.
Raros animales de cinco patas
El canguro rojo es considerado el único pentápodo del mundo: es decir, que usa cinco extremidades para desplazarse. Su cola actúa como una quinta pata cuando camina, empujándolo hacia adelante y ayudándolo a mantener el equilibrio.
Si bien no es una rareza propia de un ejemplar en cuestión, si no de la especie, el gusano de seda también cuenta con cinco -en este caso pares- de llamativas patas. También se les llama patas falsas o prolegas y se extienden desde su abdomen, además de tener tres pares de patas verdaderas más en el tórax. Las patas falsas tienen ganchos que le permiten sujetarse a las hojas o a los capullos de seda.
También el cangrejo ermitaño tiene cinco pares de patas, pero solo usa cuatro para caminar. El quinto par está modificado para sujetar la concha vacía de otro animal que usa como refugio. Este crustáceo es capaz de cambiar de concha cuando crece o encuentra una mejor.