La compañía rusa que lo ha diseñado asegura haber creado balas que viajan casi el doble de rápido que las de los actuales rifles de francotirador.
9/10/2018 | Redacción JyS
Lobaev Arms se está subiendo al carro de las armas hipersónicas. La compañía rusa asegura haber creado balas que viajan casi el doble de rápido que las de los rifles de francotirador actuales, según cuenta el medio digital Gizmodo en su web. Creen que pueden desarrollar el arma en un año, con algo de financiamiento gubernamental, claro.
En un artículo escrito en el medio estatal ruso RIA News, Lobaev Arms afirma que puede diseñar una bala que viaje a 2.000 metros por segundo. El cartucho no usaría pólvora, según han informado, sino que «detonaría unos productos químicos de una composición especial», sea lo que sea eso.
Una bala ultra rápida para un rifle de francotirador sería útil no solo para extender el alcance del arma, sino también para acortar el tiempo que tarda en alcanzar su objetivo y ayudar a anular los efectos de la gravedad.
La mayoría de las balas viajan a velocidades de entre 300 y 900 metros por segundo. Para los rifles de francotirador la velocidad es algo muy importante, porque ayuda a superar los efectos del viento y la gravedad. Todas las balas pueden fallar su objetivo en gran parte por el viento, por eso el tirador tiene que compensarlo al apuntar. Al disparar en línea recta, una bala de rifle de alta potencia viajará durante muchos metros, pero el efecto constante de la gravedad comenzará a reducir la velocidad desde el momento en que abandona el cañón del arma. Con el tiempo la detendrá por completo.
A medida que la velocidad de la bala disminuye gradualmente, comienza a descender a una velocidad predecible conocida como «caída», que el tirador puede compensar.
Un ejemplo algo exagerado –pero que ayuda a ilustrar los desafíos a los que se enfrentan los tiradores– es el récord mundial que consiguieron dos francotiradores canadienses contra un objetivo del ISIS en Irak en 2017. Los francotiradores dispararon desde 3.450 metros de distancia, en un edificio de gran altura. A esa distancia los francotiradores deben tener en cuenta los efectos de la gravedad, la velocidad de la bala, la velocidad del viento y la dirección del objetivo, la presión barométrica, la temperatura y la humedad, e incluso el giro de la Tierra. La bala tardó 7,3 segundos hasta alcanzar su objetivo.
¿Cuál es la ventaja de una bala hipersónica en comparación con otras balas?
Fundamentalmente se trata de que la bala pueda ser disparada con una trayectoria «plana», que absorba los efectos de la gravedad y el viento para seguir un camino relativamente recto.
Aunque la caída de la bala es fácil de calcular, el viento es algo mucho más complicado y es más difícil de pronosticar cuanto mayor es la distancia. Una bala hipersónica no se libra de este efecto por muy plana que sea su trayectoria. Sin embargo, viaja más rápido, por lo que da al objetivo menos tiempo a moverse y salirse del alcance.
Lobaev Arms, fundada en la región rusa de Kaluga, es una compañía que fabrica rifles de francotirador con nombres de película como“Twilight”, “Stalingrad”, “Harasser”, y “Saboteur”. La página web de la compañía dice que ha suministrado rifles a los Emiratos Árabes, al Servicio Federal de Protección de Rusia (el equivalente de Moscú al Servicio Secreto de los Estados Unidos) y al Servicio Penitenciario Federal. La compañía, fundada por los hermanos Vlad y Nick Lobaev, se enorgullece de la precisión de sus rifles.
Una bala hipersónica no significa que los francotiradores rusos sean mejores automáticamente que sus homólogos occidentales. La principal ventaja de una bala hipersónica –la capacidad de desafiar la gravedad y el viento– solo será útil a una distancia lejana. Después de eso, será como cualquier otra bala, y será necesario que el tirador realice los ajustes precisos para dar en el objetivo.
¿Es posible fabricar una bala hipersónica?
En realidad, si. En la década de 1930, el gobierno de los Estados Unidos experimentó con balas de alta velocidad. Springfield Armory, entonces una instalación de investigación y producción de armas pequeñas del gobierno de los Estados Unidos, consiguió alcanzar velocidades experimentales entre 2.600 y 2.800 metros por segundo. Eso es considerablemente más rápido que la marca de Lobaev.
Las armas de alta velocidad suelen requerir un mantenimiento frecuente y muchas reparaciones: las tremendas presiones necesarias para forzar a la bala a salir del cañón a velocidades tan altas desgastan mucho las piezas del arma.
Un ejemplo parecido podría ser el de un cañón de riel electromagnético: las balas salen despedidas a velocidades de Mach 6, y su impulso proviene de una serie de electroimanes montados a lo largo de toda la longitud del cañón.
¿Un rifle de francotirador hipersónico podría tener algún uso militar?
Siempre puede resultar útil tener un arma que dispara como un ‘láser’ a ciertas distancias, pero su uso sería extremadamente limitado. El coste del arma, y la munición sería considerablemente más alto que el de un rifle tradicional. Necesitará frecuentes y costosos cambios de piezas, limitando su uso solo a las tropas de élite.
Dependiendo del análisis que hagan sobre el coste-beneficio, el número de tropas que tendrán a su alcance un arma de ‘hipervelocidad’ podría ser tan alto como cero, finalizan desde Gizmodo.