La Real Federación Española de Caza (RFEC) pide explicaciones al Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) después de que uno de sus investigadores haya tratado de desacreditar a otros científicos cuyos estudios ofrecen conclusiones favorables a la caza. Jara y Sedal ha hablado con algunos de ellos.
4/7/2019 | Redacción JyS
La Real Federación Española de Caza (RFEC) pedirá la dimisión del director del Instituto de Recursos Cinegéticos (IREC), Rafael Mateos, si la política anticaza adoptada por esta entidad en los últimos tiempos no cambia. Así lo ha hecho público en una nota de prensa la Federación. En ella ha asegurado que el IREC viene atacando al sector cinegético con la difusión de artículos como el firmado por el propio Mateos en la revista Science, donde arremete contra el silvestrismo y acusa al Ministerio de Transición Ecológica de burlar la Directiva de Aves, usando datos no contrastados aportados por SEO/Birdlife.
El último ataque a la caza protagonizado por el instituto que dirige Mateos tuvo lugar la semana pasada en el I Congreso Ibérico de Ciencia Aplicada a la Recursos Cinegéticos (CICARC), donde José Miguel Aparicio, uno de sus investigadores, llegó a presentar una charla bajo el título «El conflicto de la caza como caso de estudio», acompañada de una imagen de la película Los santos inocentes. En ella, su autor se hacía eco de los postulados más manidos del ecologismo radical y aseguraba que la caza genera «pérdida de biodiversidad» o «subdesarrollo social y económico en las zonas rurales donde la actividad cinegética es más intensa». Además, llegó a criticar el trabajo de otros investigadores y científicos cuyos trabajos obtienen conclusiones favorables a la caza acusándolos de realizar «pseudociencia» y trabajar a la carta. Concretamente, aludía al Informe sobre el Impacto Económico de la Caza en España, desarrollado por la prestigiosa consultora Deloitte, o a un reciente estudio sobre la munición del plomo elaborado por la Universidad Politécnica de Valencia y la Universidad de Murcia.
Ignacio del Valle, presidente de la RFEC, ha asegurado que «no es de recibo que investigadores pertenecientes al IREC cuestionen a la comunidad científica española, acusándola de realizar informes a la carta para el lobby cinegético, que sirven para desmentir investigaciones científicas, desacreditando el trabajo de sus compañeros investigadores y científicos de las Universidades de Murcia y Valencia».
Además ha afirmado que «no vamos a consentir que desde el IREC se cuestione a empresas e investigadores de prestigio nacional e internacional como Deloitte o el equipo académico que ha investigado el plomo simplemente porque las conclusiones no encajen con la forma de pensar de sus miembros».
Por último, el presidente de la RFEC ha señalado que «tampoco es de recibo que una institución como el IREC, que se basa en estudios e informes científicos, haga populismo barato acusando a la caza y a los cazadores sin argumentos ni datos, acusándonos de suplementar alimentación, soltar animales sin control, cazar especies en declive, repoblar con híbridos, envenenar la fauna, realizar disparos incontrolados y a rapaces, vallar los campos, ocupar caminos públicos o generar sobrepoblaciones, entre otros».
Los científicos acusados responden al IREC
Jara y Sedal se ha puesto en contacto con Juan Theureau, ingeniero de Montes por la Universidad Politécnica de Madrid y uno de los responsables del estudio del plomo, que no ha ocultado su asombro e indignación por la charla de José Miguel Aparicio, el cual lo ha acusado a él y a su equipo de hacer un «informe pseudocientífico a la carta» para el sector de la caza. Theureau asegura que «el estudio ha sido exigente en su ejecución. Los datos son los que son, y la conclusiones que suscribe el equipo, tras los correspondientes análisis, derivan de esos datos. Calificarlo de pseudocientífico no puede más que obedecer a ignorancia o a otros intereses». «El trabajo en la obtención de ejemplares, cadena de custodia, conservación de muestras y analíticas ha sido muy minucioso. El documento suscrito, precisa todo ello de manera que el estudio es replicable, cumpliendo con las exigencias de todo trabajo científico», añade.
Al preguntarle sobre qué intereses pueden llevar a un miembro del IREC como Aparicio a realizar semejantes afirmaciones, Theureau se muetra tajante: «Es patente que no se quiere que el sector de la caza aporte información para la toma de decisiones. No sólo se desprestigia o, incluso, se denigra al sector por ideologías populistas anticaza, también vale desprestigiar trabajos realizados por investigadores independientes que desean contar con los cazadores. ¿Se puede renunciar a conocer el mar ignorando a los pescadores que quieran colaborar con la ciencia? Económica y socialmente sería inadmisible».