La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha iniciado el curso político reuniéndose con el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. El encuentro, encabezado por el presidente federativo Josep Escandell, se celebró en un clima de sintonía y con el objetivo de trasladar las principales inquietudes del sector cinegético tanto a nivel nacional como europeo.
En la reunión también participaron el presidente de la Federación Extremeña de Caza, José María Gallardo, y la presidenta de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana, Lorena Martínez. Todos ellos pusieron sobre la mesa los asuntos que más preocupan a los cazadores: desde la defensa institucional de la actividad hasta las consecuencias económicas, sociales y ambientales de su posible limitación.
Feijóo, según fuentes de la Federación, reafirmó su compromiso con el mundo rural y con los cazadores, destacando su papel «en la gestión de los ecosistemas, el control de especies como el jabalí o el conejo y la conservación de la biodiversidad».
La caza, una herramienta de equilibrio ambiental
Durante el encuentro, los representantes federativos insistieron en la necesidad de que los partidos políticos defiendan de forma pública la caza como una herramienta de gestión ambiental y un motor económico en las zonas rurales. Subrayaron que la actividad cinegética contribuye al mantenimiento de los ecosistemas y ayuda a prevenir daños a la agricultura o accidentes de tráfico provocados por la sobrepoblación de especies.
La RFEC trasladó además su petición de que se derogue la prohibición de cazar en los Parques Nacionales, una medida que —recordaron— se adoptó sin base técnica y que ha demostrado ser perjudicial para la conservación del equilibrio faunístico. Revertirla, señalaron, supondría reconocer que la caza es no solo compatible, sino necesaria para mantener la biodiversidad en los entornos mediterráneos.
Retos ante las políticas europeas
Otro de los temas tratados fue la propuesta de la Unión Europea de prohibir el uso del plomo en municiones, una medida que la Federación considera precipitada al no contemplar un periodo de adaptación suficiente ni alternativas viables. Escandell advirtió de que una imposición sin consenso podría afectar gravemente al sector y a miles de cazadores en todo el país.
Al término de la reunión, el presidente de la RFEC agradeció «el interés, la cercanía y la disposición de Alberto Núñez Feijóo a escuchar al sector y trabajar de manera concreta, con medidas tangibles, por su futuro». Escandell destacó también la rapidez con la que el líder del PP atendió la solicitud del encuentro, gesto que interpretó como un signo de sensibilidad hacia las demandas del mundo cinegético.