A dos días del final de temporada dos cazadores que trataban de utilizar el último precinto de alce que les quedaba se toparon con un enorme macho que finalmente ha sido récord del mundo.
5/5/2019 | Redacción JyS
Con la densa niebla cubriendo las pendientes del noreste de Washington y a sólo dos días del final de la temporada de alces de 2018, el cazador Jim Hall consiguió abatir, el pasado 28 de noviembre en las cercanías de Republic -una ciudad ubicada en el condado de Ferry en Estados Unidos- el récord del mundo de alce.
Aquel día, Hall y su compañero de caza, Jason Parlari, se dirigieron a un área recomendada por un conocido que vive en el condado de Ferry para tratar de localizar un buen macho y utilizar el último precinto que les quedaba antes del final de la temporada de caza. Mientras Parlari conducía, Hall echaba una ojeada a ambos lados de la carretera. «Estaba muy nublado», ha relatado Hall para Spokesman.
Fue entonces cuando apareció un enorme alce que miró frente a frente a los dos cazadores. Parlari paró su vehículo más adelante para acompañar después a Hall y tratar de volver a localizar al animal y dispararlo. Hall consiguió ver al animal de nuevo y dispararle dos veces en su costado derecho.
«No se dio cuenta de la cuerna de la pieza, solamente pensaba en darle una muerte limpia y rápida», aseguró para el citado medio. El animal cayó del segundo disparo. Cuando Hall y Parlari se acercaron, se dieron cuenta de que habían abatido una pieza histórica.
Los cazadores cargaron el alce en su camión y a medida que se corrió la voz de la gran captura, un amigo de Hall que se dedica a medir trofeos para el Safari Club le recomendó que inscribiese al alce en el ranking internacional. Así lo hizo.
Poco después, el pasado 4 de abril, se enteró de que su trofeo era récord mundial. Su alce alcanzó 242 pulgadas de longitud total. El director del Safari Club International confirmó la puntuación de Hall y afirmó que se trataba de un nuevo récord del mundo, ya que el alce superó la puntuación del hasta ahora número uno, cazado por de Shiras Moose en Alberta en 2005.
Hall estima que el alce pesaba unos 320 kilos y envió los dientes del animal al Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Washington para conocer la edad exacta del animal, aunque aún no ha recibido los resultados. El registro del récord en el Safari Club Internacional no conlleva ningún premio en metálico, pero la experiencia y el reconocimiento son suficientes para Hall. Además dio buena parte de la carne a sus compañeros de caza, junto a los que la disfrutará en próximas celebraciones.