Icono del sitio Revista Jara y Sedal

Los cazadores miran al cielo: ¿Dónde están las palomas torcaces que migran hacia España?

Paloma torcaz. © Shutterstock

El lento arranque del otoño está retrasando la llegada de las palomas torcaces a la Península Ibérica. Los datos registrados en los principales observatorios europeos de migración confirman que el flujo de aves sigue siendo muy reducido, una situación habitual a comienzos de octubre pero que este año parece agravada por las temperaturas inusualmente altas que se mantienen en el norte de Europa.

Según ha podido saber Jara y Sedal en las últimas jornadas, el observatorio de Sõrve, en Estonia, ha contabilizado el mayor movimiento con 20.100 ejemplares registrados el 3 de octubre, seguido por los puntos de Kabli y Défilé de l’Ecluse, en Francia, con totales de entre 8.000 y 8.700 palomas. Estos conteos, aunque testimoniales en comparación con los grandes pasos que se producen más adelante, marcan el inicio de la migración hacia el suroeste europeo.

Por ahora, la mayoría de los movimientos se concentran en los países bálticos y en el norte de Francia, lo que indica que las torcaces todavía no han alcanzado los Pirineos ni los tradicionales pasos del País Vasco y Navarra.

Puntos de observación en los que se han contabilizado el paso de palomas torcaces en las últimas 24 horas.

Un paso que se retrasa por el calor

El mes de septiembre ha sido cálido en buena parte de Europa, con temperaturas medias por encima de lo habitual. Esta circunstancia ha frenado la salida de las torcaces de sus zonas de cría en Finlandia, Suecia y los países bálticos. La ausencia de frentes fríos y vientos favorables también ha contribuido a que las aves permanezcan más tiempo en el norte antes de emprender su travesía hacia el sur.

Cada año, entre dos y tres millones de palomas torcaces cruzan los Pirineos en su viaje migratorio hacia las dehesas de Extremadura, Andalucía o el Alentejo portugués, donde encuentran alimento durante los meses de invierno. El flujo principal se canaliza por un corredor que atraviesa la península de noreste a suroeste, aunque algunos grupos optan por rutas más occidentales o incluso marítimas.

Paloma torcaz. © Shuttersotck

Expectación entre los cazadores

Los cazadores españoles siguen con atención los primeros movimientos, conscientes de que las próximas semanas serán decisivas. Si las condiciones meteorológicas cambian y llegan los primeros frentes del norte, el paso migratorio podría intensificarse de forma notable a partir de mediados de octubre.

El mapa de registros diarios consultado por Jara y Sedal refleja que los conteos más altos aún se sitúan lejos de la frontera pirenaica, un signo inequívoco de que las torcaces todavía no han emprendido el grueso del viaje hacia la Península. Es previsible que en las próximas semanas, con la bajada de temperaturas, comiencen a aparecer los primeros bandos en el norte de España.

Salir de la versión móvil