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Así es el primer pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico de España: calles empedradas y casas de película

La Bretaña francesa inspira las calles de este bonito pueblo. © Shutterstock

En pleno corazón de la Sierra de Francia, en Salamanca, se levanta una pequeña villa que guarda en cada esquina el testimonio de siglos de historia. Con poco más de un millar de habitantes, sus calles empedradas, las fachadas de adobe y las vigas de madera visibles en sus casas la convirtieron en 1940 en el primer municipio español declarado Conjunto Histórico-Artístico. Fue un reconocimiento pionero que marcó el inicio de una política nacional de protección patrimonial que hoy alcanza a más de 500 núcleos urbanos.

A diferencia de otros pueblos que han visto transformarse su fisonomía con el turismo, La Alberca ha sabido mantener un equilibrio entre la conservación de su esencia y la apertura a los visitantes. Su trazado medieval y sus balcones cargados de flores siguen siendo la imagen de un lugar detenido en el tiempo.

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Una villa con influencias francesas

El origen de su peculiar arquitectura se atribuye a las repoblaciones medievales. Muchos investigadores apuntan a la influencia de colonos llegados desde regiones de la Bretaña francesa, lo que explicaría las similitudes en la disposición de las fachadas y en el uso de madera y adobe. Las tramoneras, esas vigas que dibujan figuras geométricas en las paredes, se han convertido en uno de los símbolos más reconocibles del pueblo.

El nombre mismo de La Alberca proviene del árabe Al-Bereka, que significa «el estanque». El agua ha marcado su identidad, y no es casual que las fuentes se multipliquen en cada rincón, recordando ese pasado islámico que se entrelaza con la herencia cristiana y judía de la comarca.

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Patrimonio que perdura

Uno de los espacios más emblemáticos es la plaza Mayor, rectangular pero irregular, rodeada de soportales de granito bajo los balcones de madera. Allí late el corazón social del municipio, escenario de fiestas, mercados y reuniones vecinales.

La monumental iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en 1730 por Manuel de Larra Churriguera, refuerza el valor arquitectónico de la villa. El templo, de estilo neoclásico, conecta a La Alberca con otras grandes obras de la provincia y subraya la importancia cultural que tuvo esta pequeña localidad en épocas pasadas.

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Un referente turístico y cultural

Hoy, La Alberca forma parte de la red de los pueblos más bonitos de España, una distinción que se suma a su valor histórico. El turismo ha encontrado aquí un ejemplo de sostenibilidad: se recibe a miles de visitantes cada año, pero sin que ello haya supuesto la pérdida de autenticidad que define al municipio.

A punto de cumplirse un siglo de aquel nombramiento de 1940, La Alberca continúa siendo un referente de conservación patrimonial y un destino en el que la historia, la tradición y la belleza arquitectónica siguen de la mano.

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