Según una información publicada hoy por La Nueva España, la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, habría animado a los animalistas a denunciar a la Junta de Castilla y León para lograr un blindaje total del lobo, impidiendo el control de los daños que provocan al ganado y dejando a miles de ganaderos desprotegidos.
La misiva publicada por este medio estaría dirigida a Ignacio Martínez, miembro de la Junta Directiva de la asociación animalista ASCEL y fechada el 17 de junio de este mismo año. En ella Cristina Narbona comunicaría al representante animalista: «Sigo muy de cerca la cuestión que os preocupa, y he tenido ocasión de hablar recientemente con Hugo Morán, el Secretario de Estado de Medio Ambiente, partidario de la inclusión del lobo en el Catálogo de Especies Amenazadas; el problema ha sido hasta ahora la radical oposición de algunas CCAA, y en particular de Castilla y León. La sentencia del Tribunal Europeo de Justicia obliga a proteger al lobo también en las áreas habitadas».
A continuación, la reproducción de la carta que La Nueva España saca a la luz asegura: «Creo que debéis utilizar esta sentencia, incluso con denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente, si la comunidad de Castilla y León sigue negándose a aceptar dicha protección».
Cristina Narbona, vieja conocida del mundo rural
Cristina Narbona es una vieja conocida del mundo rural en general y de los cazadores en particular. Durante su etapa como ministra de Medio Ambiente durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se caracterizó por su marcado carácter ecologista y anticaza. Durante su mandado al frente de la cartera verde, las asociaciones ecologistas lograron los mayores avances de su historia, posicionándose en la administración con un gran número de beneficios y millonarias subvenciones.
Ella fue la precursora de la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad que propició la histórica manifestación de cazadores que tuvo lugar en Madrid el 1 de marzo de 2008. Una manifestación que le costó el puesto. Pero aquella destitución no fue el final de su carrera política. Al contrario, su ascenso fue fulgurante tras el triunfo electoral de Pedro Sánchez, que encontró en ella una aliada y se convirtió en su mano derecha.Precisamente, uno de los temores más arraigados en el sector cinegético es que volviese como ministra en el nuevo ejecutivo de Sánchez, algo que finalmente no se produjo.