Icono del sitio Revista Jara y Sedal

Así deben actuar los cazadores y equipos de campo ante la peste porcina africana detectada en jabalíes de Barcelona

La confirmación de cada vez más casos de peste porcina africana (PPA) en jabalíes de la provincia de Barcelona ha activado todos los protocolos de vigilancia previstos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Las mayoría de las directrices ya estaban recogidas en el Manual práctico de operaciones en la lucha contra la PPA (revisión diciembre 2024), un documento que detalla las obligaciones de bioseguridad en el medio natural para impedir que el virus salte a la cabaña porcina doméstica.

Aunque el trabajo de los servicios veterinarios continúa centrado en delimitar la zona afectada y estudiar la evolución del foco, buena parte de las medidas recaen sobre quienes transitan y trabajan habitualmente en el campo. Entre ellos, los cazadores, cuya actividad puede contribuir, sin pretenderlo, al transporte involuntario del virus.

Los especialistas insisten en que la prevención es la herramienta principal. La circulación del virus en fauna silvestre dificulta su control, de modo que cada desplazamiento, cada herramienta y cada resto biológico cobra importancia en la estrategia de contención.

Recomendaciones específicas para cazadores

Por otro lado, información divulgada por el Ministerio y por la Organización Mundial de Sanidad Animal recuerda que toda observación de un jabalí muerto o enfermo debe comunicarse de inmediato a las autoridades veterinarias. También es obligatorio respetar cualquier restricción de caza decretada en zonas afectadas y evitar abatir cerdos silvestres si se mantiene contacto habitual con animales domésticos, un punto que las autoridades consideran esencial para reducir riesgos.

Lavar la ropa de caza tras una batida con agua a 60º y detergente, es una de las recomendaciones. © Shutterstock

El documento insiste en la higiene del material y de las piezas. Deben limpiarse y desinfectarse los equipos in situ, del mismo modo que los trofeos antes de abandonar el área de caza. Otra recomendación clave es no visitar explotaciones porcinas salvo que sea estrictamente necesario. Y se pide a los cazadores que no compartan productos caseros derivados de sus capturas ni los utilicen como alimento para otros animales.

La evisceración, por su parte, ha de realizarse únicamente en las zonas designadas en el propio terreno cinegético. Además, el manual detalla que la cuchillería y los utensilios que hayan podido estar en contacto con el virus deben desinfectarse con productos que contengan sosa cáustica, lejía o formalina. La limpieza de los vehículos también es crucial: se debe eliminar cualquier resto de barro o materia orgánica, ya que el virus puede sobrevivir en estas superficies, «especialmente en la sangre», lo que obliga a extremar el cuidado antes de circular fuera del área de caza.

Un refuerzo necesario en plena alerta sanitaria

La difusión de estas recomendaciones pretende unificar criterios entre los miles de cazadores que trabajan en Cataluña y en provincias limítrofes. Las autoridades insisten en que el cumplimiento riguroso de la bioseguridad básica es determinante para frenar la expansión de la enfermedad y proteger a un sector porcino que supone uno de los principales motores económicos del país.

Salir de la versión móvil