Hace apenas una década, los monoculares térmicos eran un lujo reservado a unos pocos. Se utilizaban de manera esporádica y casi siempre en contextos muy concretos. Hoy, sin embargo, forman parte del equipo habitual de cada vez más cazadores. La capacidad de detectar animales a gran distancia, incluso en las noches más cerradas o la vegetación más tupida, ha convertido esta tecnología en un aliado casi imprescindible para recechos o esperas. Tanto es así, que el mercado cada vez ofrece más opciones para satisfacer los gustos y necesidades de los cazadores. En Jara y Sedal hemos tenido la oportunidad de probar uno de los modelos más interesantes de la nueva hornada de monoculares térmicos que acaban de llegar al mercado español: el Pixfra Sirius S635.
Una de las primeras cosas que hemos apreciado nada más sacarlo de su caja y sostenerlo en la mano es que transmite solidez. Su diseño cilíndrico, de líneas limpias y acabados sobrios, se adapta muy bien a la mano, y eso se nota especialmente cuando uno se encuentra en mitad del monte, con frío o guantes gruesos. La ergonomía no es un detalle menor: los controles están perfectamente situados, el acceso a la batería es inmediato y el equilibrio general del conjunto, que pesa 484 gramos, permite llevarlo colgado durante horas sin resultar molesto.
La carcasa del Pixfra Sirius S635 tiene un fino y agradable acabado gomoso que solo se pierde en la parte de la batería, que tiene un acabado tipo fibra de carbono bastante estético. También llama la atención el atractivo botón de encendido que posee en su lateral izquierdo, el cual es transparente y se ilumina en rojo cuando se conecta un cable a su USB, ya se para cargar la batería o para conectarlo al ordenador y descargar las imágenes. Además es regulable en cinco niveles y el anillo de enfoque marcado con una X, da un guiño estético que también mejora la precisión al tacto.
Pixfra Sirius S635: diseñado para cazar
El uso real en el campo es el mejor juez para este tipo de dispositivos. Durante nuestras pruebas, el sensor térmico de 18 mk NETD y la lente con apertura f/0,9 ofrecieron una lectura del entorno sorprendentemente fina. Las siluetas de animales y personas se separan con nitidez incluso en condiciones complejas, como niebla densa o vegetación cerrada. Además, el procesado de imagen Pixfra PIPS 2.0 aporta una suavidad y limpieza que facilitan una observación prolongada sin fatiga visual. A esto se suma la resolución de pantalla OLED 1920×1080 de 0,49 pulgadas, la cual ofrece una vista amplia y confortable, con una definición sobresaliente incluso en largas sesiones nocturnas.
Como añadido, podemos decir que la calidad del sonido con la que graba es extraordinaria gracias al sistema de doble micrófono con reducción de ruido, que ofrece grabaciones de audio limpias y nítidas incluso en entornos ventosos o ruidosos.
Nos ha gustado especialmente lo natural que resulta su manejo. El sistema clásico de tres botones responde con precisión, sin retardos, y permite controlar todas las funciones con una sola mano. El botón más adelantado sirve para hacer fotos o para grabar si lo mantenemos pulsado. El segundo, nos permite acceder a los diferentes menús para cambiar la configuración o la paleta de colores. Por último, el primero de todos sirve para hacer zoom sobre la imagen y poder acercarnos a nuestro objetivo.
Otra de sus ventajas es que el cambio de batería se hace de manera rápida y sin herramientas, lo que nos permite continuar observando sin interrupciones, algo que en recechos o esperas largas marca la diferencia frente a otros monoculares que deben recargarse conectándose a una fuente de alimentación para poder seguir trabajando con ellos.
También destaca la tapa metálica del objetivo: robusta, fiable y perfecta para proteger la óptica de polvo, ramas y golpes accidentales. La autonomía, constante y sin sobrecalentamientos, confirma que este monocular está diseñado para durar. Su cuerpo central sellado con certificación IP67 garantiza un funcionamiento fiable incluso bajo lluvia intensa o en ambientes polvorientos.
Además, su rendimiento se mantiene estable entre -30 °C y +55 °C permite usarlo tanto en esperas gélidas como en calurosos recechos veraniegos.
Calidad de imagen y confort visual
Otro aspecto destacable del Pixfra Sirius S635 es la flexibilidad en la visualización. El sistema ofrece diferentes paletas de color: rojo negro, verde negro, sepia, blanco cálido, negro cálido, arcoíris con especial mención a las tonalidades ámbar y esmeralda, que reducen la fatiga ocular y mejoran la lectura de contornos. Esto se traduce en una experiencia más cómoda cuando la observación se prolonga durante horas, especialmente en largas esperas nocturnas o en amaneceres fríos con fuertes contrastes térmicos, ya que permite personalizar los parámetros de brillo, contraste o nitidez, adaptando la imagen a cada tipo de entorno o preferencia del usuario.
La función de calibración automática asistida por IA aporta un plus de estabilidad. Cada nueva observación mejora ligeramente la siguiente, ajustando brillo y contraste de forma casi imperceptible pero muy eficaz. Basta levantar el monocular y mirar: la imagen ya está equilibrada y lista, sin necesidad de ajustes manuales constantes. Este detalle, en la práctica, se traduce en agilidad y concentración total en lo que de verdad importa: la caza.
Una de las funciones que más se agradece en situaciones reales de caza es el seguimiento de puntos calientes, una característica que también ofrece el Sirius S635 y que ayuda a identificar con precisión cualquier fuente de calor en el entorno, incluso cuando apenas se distinguen las formas a simple vista. Esta característica resulta especialmente útil en noches cerradas o con vegetación espesa, ya que facilita centrar la atención en la señal térmica relevante y descartar distracciones del entorno.
A ello se suma la brújula electrónica integrada, que ofrece una referencia constante de orientación. Gracias a ella, es posible mantener un rumbo claro durante recechos nocturnos o desplazamientos por zonas desconocidas, evitando desvíos y ganando seguridad en cada movimiento.
Comparativa dentro de la gama Sirius
El Pixfra Sirius S635 ocupa una posición intermedia dentro de la gama Sirius. Hereda de sus hermanos mayores el diseño ergonómico y el procesado de imagen avanzado, pero mantiene un equilibrio notable entre precio, prestaciones y facilidad de uso. Frente al S435, ofrece un mayor alcance y un rendimiento más estable en distancias medias. Frente al S650 o al S650 LRF —que incorpora telémetro—, renuncia a algunas funcionalidades, pero conserva la esencia: precisión, portabilidad y sencillez.
No incluye el sistema de doble óptica del S650D, pero eso no lo penaliza: su versatilidad cubre de sobra las necesidades de la mayoría de modalidades nocturnas, desde recechos hasta simples observaciones de rastros.
Nuestra valoración
Tras varios días de uso, el Pixfra Sirius S635 nos ha convencido por su equilibrio entre rendimiento, sencillez y durabilidad. No pretende impresionar con artificios, sino cumplir con lo que promete y hacerlo siempre bien. En la práctica, eso vale mucho más que cualquier especificación técnica sobre el papel. Es, como suele decirse, un térmico de batalla capaz de auxiliar a la mayor parte de cazadores de jabalí en espera y de rececho.
Su diseño práctico, su respuesta inmediata y la nitidez de su imagen lo convierten en una herramienta fiable para cualquier cazador que esté pensando en dar el salto a la visión térmica con garantías. La gama Sirius demuestra que aún hay espacio para innovar en lo esencial: ver mejor, más lejos y con menos esfuerzo. Si estás interesado, su precio es de 1990 euros y puedes encontrar más información en la web del distribuidor oficial, Bresser Iberia.
