Icono del sitio Revista Jara y Sedal

Piden que se prorrogue el fin de la caza en Parques Nacionales

Foto: ARTEMISAN

La Fundación Artemisan alerta de la inacción del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) ante la proximidad de la prohibición de la caza en Parques Nacionales el próximo día 5 de diciembre, una vez finalizada la moratoria establecida en la Ley 30/2014, y señala que no se está estableciendo ningún tipo de medida que evite las graves consecuencias de esta prohibición.

Por ello, la Fundación y las Federaciones de caza de Extremadura y Castilla-La Mancha se han reunido con alcaldes de los municipios del entorno de Monfragüe y Cabañeros, con el objetivo de presentar la propuesta elaborada por Artemisan para reformar la Ley, de manera que se evite la prohibición generalizada de caza en estos espacios.

En la reunión, el presidente de la entidad, José Luis López-Shümmer, trasladó también todas las actuaciones que se han llevado hasta la fecha en este sentido y las que se van a llevar a cabo en las próximas semanas, incluidas nuevas reuniones con los alcaldes de los municipios del entorno de los Parques Nacionales de Guadarrama y Picos de Europa.

Por su parte, los alcaldes manifestaron su preocupación por la entrada en vigor de la prohibición, puesto que esta medida causará un grave perjuicio en sus municipios, especialmente en todo lo que se refiere a la actividad económica y la creación de empleo. Por ello, se mostraron a favor de tomar las medidas necesarias para modificar el actual escenario.

En este sentido, Fundación Artemisan iniciará de manera inmediata una segunda ronda de contactos tanto con el Gobierno central como con los diferentes partidos con representación parlamentaria. Y es que, consciente de los tiempos que se manejan en la tramitación de una modificación legislativa, la Fundación va a solicitar la aplicación de una nueva moratoria de un año para dar tiempo a que se alcance un acuerdo sobre la reforma de la ley.

Al mismo tiempo se trasladarán mociones a los ayuntamientos afectados para que se pronuncien al respecto y se impulsarán iniciativas también en el ámbito autonómico. Cabe señalar que, de no evitarse la prohibición, a la ya complicada situación de los municipios afectados, que este año se han visto igualmente sacudidos por la crisis del Coronavirus, se sumará ahora esta medida que puede ser el golpe final para la España rural.

La reforma que plantea Artemisan trata de modificar la ley para que no incluya una prohibición generalizada de la caza comercial, sino que esta dependa de las características del espacio, ya que la actual ley no tiene en cuenta las singularidades de cada parque nacional.

De esta manera, la propuesta señala que se podrá mantener la caza comercial en los espacios «donde la presencia de ungulados silvestres exija el control de estas especies». Para el presidente de Artemisan, «solo con introducir esta matización la situación podría solucionarse».

Consecuencias de la prohibición

Desde un punto de vista medioambiental, dejar de cazar en Parques Nacionales se traducirá en un aumento descontrolado de las poblaciones de ungulados en muchos parques, que pondrán en peligro a diferentes especies de flora y fauna, afectando a ecosistemas cuya conservación es prioritaria. Las principales especies de ungulados son el ciervo y jabalí, pero también la cabra montés (caso del Parque Nacional Sierra de Guadarrama).

En lo que se refiere al impacto económico, según estimaciones realizadas en base a distintos informes periciales de valoración, prohibir la caza en los Parques podría costar 320 millones de euros a las arcas públicas, un contrasentido en plena pandemia de coronavirus. Esa cantidad no sólo incluye las indemnizaciones para los propietarios por las limitaciones de usos sufridos, sino también el coste de contratar empresas o personal especializado para realizar el control de poblaciones de forma periódica .

Y desde un punto de vista social, la consecuencia será que los titulares de las fincas, al no poder cazar, suprimirán o reducirán las inversiones en gestión cinegética o en guardería privada de las fincas. Esto provocará un aumento del desempleo y afectará de forma directa a la economía de la zona, ya que muchos de los habitantes de los pueblos situados en el interior de Parques o sus zonas limítrofes, viven de la caza.

       
Salir de la versión móvil