Como adelantábamos esta mañana, el Ministerio de Agricultura ha confirmado que la peste porcina africana ha entrado en España tras localizarse dos jabalíes muertos en una zona próxima al campus de la Universidad Autónoma de Barcelona. La detección se produjo hace sólo tres días, el 25 de noviembre y, según ha explicado en rueda de prensa el director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, Emilio García Muro, los cadáveres estaban «muy recientes», lo que permitió realizar un análisis inmediato. Las muestras enviadas al laboratorio de referencia catalán (IRTA-CReSA) y posteriormente al laboratorio nacional GTC certificaron la presencia del virus por PCR.
Según ha asegurado Muro en la rueda de prensa, a la que ha acudido Jara y Sedal, la confirmación oficial llegó a las 22.00 horas y activó de inmediato el protocolo europeo.
Una zona restringida donde la caza queda prohibida
La aparición de estos dos jabalíes obliga a establecer una zona infectada con un radio de 20 kilómetros en la que, según el Ministerio, la prioridad absoluta es evitar la dispersión del virus a otros territorios. Según el protocolo, al no haberse encontrado cerdos domésticos infectados en este espacio y tratarse solo de jabalíes, la zona se cataloga como de tipo 2.
¿Y qué establece el protocolo para este tipo de zonas? En primer lugar se va a blindar intentando que ningún animal la abandone, por lo que queda prohibido practicar cualquier tipo de modalidad de caza en su interior. Por suerte, al tratarse de una zona muy próxima al área urbana solo afectará a esos 20 kilómetros de radio. García Muro ha explicado que el motivo de esta prohibición es «no espantar a los jabalíes» que se encuentran dentro para no generar situaciones que puedan provocar que los animales huyan y extiendan la enfermedad a otras zonas. En el interior de este perímetro se ha ordenado además una búsqueda activa de cadáveres con equipos especializados y perros entrenados para esta tarea, así como controles estrictos de movimientos de animales domésticos.
Como hemos indicado, el área afectada es una zona periurbana con gran afluencia de personas, próxima a zonas residenciales, instalaciones universitarias y vías de comunicación como la AP7. En un radio de diez kilómetros existen cinco explotaciones de porcino y entre los diez y veinte kilómetros hay otras treinta y cuatro, lo que ha intensificado la vigilancia veterinaria desde el primer momento. Según el director general, «hasta ahora no hay ninguna sintomatología» en cerdos domésticos.
En paralelo, el Ministerio ha explicado que aún no se conoce el origen exacto del virus y que será la secuenciación la que determine con precisión de dónde procede. García Muro descartó que la enfermedad haya entrado a través de un jabalí importado porque «está prohibido desde hace tiempo», y señaló como hipótesis más probables que el virus haya viajado en algún vehículo o que los animales hayan consumido restos de productos porcinos procedentes de otros países infectados presentes en basureros o alimentados por particulares. Tal y como recordó, los jabalíes acuden con frecuencia a la basura y en la zona hay personas que les dan comida, lo que aumenta el riesgo.
La caza no se restringirá en el resto del país
A preguntas de Jara y Sedal, García Muro aclaró cuál será el impacto real en la actividad cinegética fuera de la zona infectada. El responsable de Sanidad Animal fue contundente: «En la zona libre, que es el resto de España, no va a haber restricciones de caza». Al contrario, ha sugerido que incluso podría incrementarse puesto que, según las estimaciones de los expertos, la densidad de jabalíes es elevada en muchas regiones.
Muro también avanzó que hay prevista una convocatoria de urgencia con los jefes de servicio de caza y pesca de todas las comunidades autónomas para abordar esta situación y adoptar las medidas que sean necesarias: «Vamos a intentar controlar un poco la población de jabalí» mediante la gestión cinegética habitual y, si fuera necesario, con acciones selectivas determinadas por las autoridades autonómicas.
Las medidas adoptadas responden al marco establecido por el Reglamento 687/2020 de la Unión Europea, que fija protocolos estrictos para encapsular el virus en un área limitada. España también ha reforzado el control de exportaciones con la deshabilitación temporal de certificados para evitar que productos procedentes de zonas afectadas salgan del país mientras se completa la investigación epidemiológica solicitada por socios comerciales como China.
El objetivo ahora es acotar el foco, seguir monitorizando la presencia del virus en la fauna silvestre y garantizar que no aparece ningún caso en explotaciones domésticas. Aunque la UE estima que estos procesos requieren un mínimo de doce meses para estabilizar la situación, el Ministerio insiste en que todas las medidas adoptadas están diseñadas para que la enfermedad no salga del perímetro de 20 kilómetros establecido en Cataluña. «No os lo voy a negar, esto tiene un horizonte largo y va a haber medidas fuertes durante mucho tiempo» ha asegurado Muro.
