El puerto de Palma amaneció el pasado sábado con una escena desgarradora. Dentro de una furgoneta embarcada en un ferry procedente de Barcelona y propiedad de una empresa especializada en transporte, agentes del Seprona hallaron a 27 perros sin vida, la mayoría de ellos de razas utilizadas para la caza menor. Los animales formaban parte del grupo de 36 que regresaban de unas jornadas de entrenamiento en Lituania organizadas por un grupo de cazadores mallorquines.
Según ha informado ABC, el hallazgo se produjo al llegar el buque a tierra. Fueron los propios dueños quienes, al abrir la furgoneta, descubrieron el desastre: solo nueve perros seguían con vida, algunos semiinconscientes y con síntomas de asfixia. Inmediatamente alertaron a la tripulación y esta avisó a la Guardia Civil, que desplazó a una patrulla del Seprona para precintar la zona y coordinar la intervención de los veterinarios.
Una tragedia en el puerto de Palma
Los primeros informes apuntan a que el suceso se produjo durante la travesía marítima. La hipótesis principal, según informa el citado medio, es un fallo en el sistema de ventilación del vehículo, lo que habría provocado un golpe de calor letal en el interior del habitáculo. Las altas temperaturas registradas en los últimos días podrían haber agravado las condiciones en la bodega donde se encontraba el vehículo.
Los agentes del Seprona han iniciado la investigación para determinar si existió negligencia en el transporte o incumplimiento de la normativa que regula el traslado de animales vivos. Entre las diligencias abiertas se incluye la revisión del estado de la furgoneta, la documentación del viaje y la identificación del conductor y del responsable del traslado.
Condiciones extremas en la bodega
Durante la travesía, los cazadores propietarios de los canes no tenían acceso a la bodega, por lo que desconocían lo que ocurría dentro del vehículo. Cuando el ferry atracó en Palma, el golpe de realidad fue inmediato. Las condiciones de temperatura y ventilación en los compartimentos cerrados pueden elevarse rápidamente, sobre todo si el sistema de refrigeración no funciona o si el espacio carece de la ventilación adecuada.
Fuentes cercanas al caso explican que los cuerpos fueron trasladados para su incineración conforme marca la normativa. La necropsia oficial determinará en los próximos días la causa exacta de la muerte, aunque todo apunta a un episodio de asfixia o hipertermia aguda.
Investigación abierta
La Guardia Civil mantiene abierta la investigación para depurar responsabilidades y esclarecer las circunstancias exactas del suceso. La conmoción entre los propietarios y el entorno cinegético de la isla ha sido enorme, dado el valor emocional y económico de los animales, muchos de ellos perros de trabajo adiestrados durante años.
La tragedia ha reabierto el debate sobre las condiciones del transporte marítimo de animales y la necesidad de reforzar los controles en este tipo de desplazamientos, especialmente durante los meses de calor.
