Tres de cada cuatro perros tienen una pata dominante. Según la Real Sociedad Canina de España (RSCE), este detalle, llamado lateralización motora canina, no es solo una curiosidad: está relacionado con su forma de aprender, su temperamento y la manera en que gestionan las emociones. Igual que ocurre en las personas, esta preferencia viene determinada por la organización de su cerebro.
La RSCE explica que cada hemisferio cerebral controla el lado opuesto del cuerpo y tiene funciones distintas. El hemisferio izquierdo —que controla la pata derecha— se asocia a emociones positivas, rutinas y pensamiento lógico, por lo que los perros diestros suelen desenvolverse con seguridad en entornos conocidos, adaptarse bien a las rutinas y mostrar un autocontrol destacado. No es casualidad que muchos perros de asistencia, terapia o guía sean diestros, ya que este perfil encaja con las exigencias de estabilidad emocional y capacidad de concentración.
En cambio, el hemisferio derecho —que controla la pata izquierda— está más vinculado a la orientación espacial, la reacción ante lo nuevo y emociones intensas como la cautela, la alerta o el miedo. Los perros zurdos tienden a ser más sensibles a su entorno, perciben cambios con rapidez y reaccionan antes a ruidos inesperados como tormentas o fuegos artificiales. Esa misma sensibilidad puede traducirse en una gran intuición, empatía y conexión emocional con sus dueños, pero también en la necesidad de un manejo más cuidadoso y con refuerzo positivo constante.
Cómo hacer las pruebas de forma fiable
- Prueba del Kong
Consiste en ofrecer a tu perro un juguete interactivo tipo Kong relleno de comida. Observa qué pata utiliza para estabilizarlo mientras intenta sacar el alimento. La pata con la que lo sujeta de forma natural es una pista clara de su dominancia. - Prueba de levantarse
Cuando el perro esté tumbado y relajado, presta atención a qué pata delantera mueve primero al incorporarse. Es importante que lo haga de forma espontánea, sin llamarlo ni darle una orden, para que el movimiento sea natural. - Prueba de la golosina bajo el mueble
Coloca un premio o golosina debajo de un mueble bajo, de manera que no pueda cogerlo con la boca y tenga que usar la pata para alcanzarlo. Fíjate en cuál utiliza en el primer intento y con cuál insiste más veces.
Para obtener un resultado concluyente, la RSCE recomienda repetir cada prueba al menos 50 veces en distintos momentos del día y en diferentes días. Esto evita que factores como el hambre, el cansancio o el entorno influyan en la respuesta. En cada repetición, anota la pata que utiliza. Si en dos de cada tres ocasiones usa la misma, esa será la dominante.
Es fundamental alternar las pruebas y no hacer todas las repeticiones seguidas del mismo ejercicio. Así se evita que el perro anticipe la situación y repita el gesto por costumbre en lugar de por dominancia natural.
Los consejos virales en TikTok
El interés por este tema ha llegado también a las redes sociales. En un vídeo de la cuenta @vidadepelosco en TikTok, una veterinaria propone formas rápidas para una primera aproximación. Una es pedir la pata y fijarse cuál levanta primero de manera natural, sin darle indicaciones específicas. Otra es mantener una galleta o premio cerrado en la mano y ver con qué pata interactúa el perro para intentar abrirla.
@vidadepelosco ¿Zurdo, diestro o ambidiestro? #greenscreen #PepsiApplePieChallenge #perro #Mascotas #newyear ♬ FEEL THE GROOVE – Queens Road, Fabian Graetz
Por qué importa saberlo
José Miguel Doval, presidente de la RSCE, resume la utilidad de este conocimiento: «Conocer si tu perro es diestro o zurdo no es para etiquetarlo, sino para entender mejor cómo se relaciona con el mundo». Un perro zurdo podría necesitar un entorno más controlado y trabajo con estímulos suaves, mientras que uno diestro podría disfrutar más de deportes como agility o ejercicios de obediencia avanzada. En ambos casos, adaptarse a su perfil ayuda a potenciar sus fortalezas, reducir el estrés y reforzar el vínculo con nuestro compañero.