La familia pretendía que cuidasen de su mascota en una perrera especializada mientras disfrutaban de tres días de vacaciones. A su vuelta la encontraron muerta y empaquetada con cinta adhesiva.
25/4/2019 | Redacción JyS
Kirsten Kinch, una joven de Dublín (Irlanda) que decidió cogerse tres días de vacaciones para visitar Islandia, aún no ha podido digerir lo que ha sucedido con su perra. Al no poder llevarse a su husky siberiana optó por dejarla en una perrera especializada. Se marchó tranquila confiando en que la dejaba en buenas manos, pero al regresar a casa se encontró a su fiel compañera muerta, envuelta con cinta adhesiva y dentro de una bolsa. La habían empaquetado.
La joven ha contado la trágica historia en las redes sociales y rápidamente se ha hecho viral. En su carta explicativa, que incluye varias fotos de su perra y cómo la encontró a su vuelta, detalla lo nerviosa que estaba los días previos por dejar a Nova con desconocidos. Era la primera vez que se decidía a hacerlo y no lo quedó más remedio que confiar en P&E.
La perra necesitaba medicación
Nova sufría una infección en el colón, pero en casa respondía bien al tratamiento, según su dueña. Aunque los hechos ocurrieron a finales de diciembre de 2018, ha sido ahora cuando Kirsten Kinch se ha visto con ánimos para contarlo. Su perra tenía una infección en el colón pero estaba respondiendo bien al tratamiento médico. Además dejó constancia en el centro, por escrito y de forma verbal, de cómo debía ser tratada para que continuara con su recuperación: había que medicarla dos veces al día.
«El 31 de diciembre fui directa del aeropuerto a P&E a recoger a Nova. Llamé cuatro veces. Una vez allí nos dijeron que Nova había muerto, la habían encontrado esa mañana ensangrentada en su jaula. Nos quedamos impactados y devastados. Pregunté si le habían dado la medicación y me dijeron que sí», expone Kinch en su carta.
Un perro de 25 kilos «hecho una bola»
Poco después de la horrible noticia encargados del centro entregaban a Nova a su dueña, pero lo peor fue en la forma en la que lo hicieron: «Aplastaron a Nova en lo que solo puedo describir como una pelota dentro de una bolsa negra y cubierta con cinta adhesiva. No hubo cuidado ni empatía por cómo lo hicieron. Fue traumático y desgarrador verla así, un husky de 25 kg hecho una bola», ha denunciado en las redes sociales.
Gracias al microchip pudieron confirmar que realmente se trataba de su mascota, pero cuando Kinch pidió más explicaciones al centro canino no obtuvo respuesta. Por ello la joven no se conformó con la primera versión, así que ha llevado a su perra a un veterinario para que le hagan una autopsia.
La carta de la joven en las redes sociales termina cargando contra la perrera por no ser apta «para brindar los niveles de atención que anuncian». Por último confiesa el vacío imposible de llenar que les ha producido la pérdida de su mascota.