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Unos pescadores graban a un jabalí malherido tras ser atacado por una osa en Asturias

Un oso en imagen de archivo y el jabalí. ©Shutterstock

Las siguientes imágenes nos recuerdan lo dura que puede llegar a ser la naturaleza. Fueron grabadas hace una semana por unos pescadores y en ellas se puede ver a un jabalí agoniza tras ser atacado por una osa que iba seguida de crías cerca de San Antolín de Ibias (Asturias).

Al animal se le advierte dolido de los cuartos traseros fruto del ataque del plantígrado, que vería algún atisbo de amenaza para su descendencia en el macareno y decidió atacarlo . No obstante, la actitud de la persona que graba es muy peligrosa, ya que no sólo podría ser atacada por el jabalí, sino por la osa, que podría regresar al mismo lugar y emprenderla contra las personas que allí estaban.

Recordamos que el oso puede suponer un peligro importante para las personas en aquellas zonas en las que los plantígrados abundan. Aunque la caza de osos en España está prohibida, ya que la población de estos es muy reducida y su comportamiento no es agresivo respecto a los humanos, hay otros lugares del mundo donde especies como el oso grizzly pueden resultar peligrosas si tenemos un encontronazo con una hembra seguida de crías para la que nuestra presencia pueda representar un peligro, como el caso de esta grabación.

Otro encuentro entre oso y jabalí

En este otro vídeo, publicado hace unos días por este medio y grabado en Estados Unidos, se da fe de otra encarnizada lucha entre un oso y un jabalí.  Ninguno de los dos se da por vencido y, aunque le cuesta, finalmente el plantígrado se adueña de la situación. Tras unos momentos de batalla tensos, el oso se aleja finalmente de la escena, probablemente esperando a que el jabalí cayese finalmente abatido debido a las graves heridas que le había provocado en la zona de la cabeza.

En estas otras imágenes de las que nos hicimos eco hace dos años también se puede ver a un jabalí junto a una charca cuando es sorprendido por un oso. Lejos de achantarse, el jabalí continúa en el mismo sitio pero el oso no está dispuesto a compartir el querencioso lugar con el suido, por lo que por lo que poco después le planta cara.

       
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