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Rescatan a una niña de cuatro años que flotaba sola en un unicornio hinchable a medio kilómetro de la costa

La niña con el flotador de unicornio antes y después del rescate.

El vídeo de una niña de cuatro años rescatada en alta mar mientras flotaba a la deriva sobre un unicornio hinchable ha vuelto a hacerse viral este verano, avivando la preocupación por los riesgos que suponen los juguetes hinchables en playas y zonas costeras. Aunque los hechos ocurrieron en agosto de 2020 en el golfo de Corinto (Grecia), su impacto sigue provocando asombro y sirve como recordatorio de la necesidad de una supervisión constante cuando los niños juegan cerca del agua o están pescando.

La pequeña se encontraba de vacaciones junto a su familia en una playa del golfo griego cuando una ráfaga de viento la arrastró mar adentro. Sus padres tardaron apenas unos instantes en reaccionar, pero para entonces la corriente ya la había alejado más de medio kilómetro. Flotando sola, sin capacidad para regresar, la niña fue vista por los ocupantes de un ferry turístico alertado por las autoridades portuarias.

El capitán del ferry, Grigoris Karnesis, relató después lo que vivió a bordo: «La pequeña se encontraba en estado de shock. Estaba bien agarrada al hinchable y no se movía. Poco después de que la rescatáramos, comenzó a llorar». La intervención del barco fue decisiva, ya que ningún otro medio habría llegado a tiempo. Tras el rescate, la menor fue devuelta sana y salva al puerto de Antirrio, donde la esperaban sus padres.

Una advertencia que sigue vigente

Este tipo de incidentes no es tan aislado como podría parecer. Solo un año antes, en 2019, dos niñas de cinco años fueron rescatadas en circunstancias similares en las costas de Somerset (Inglaterra), después de que el viento arrastrara el ganso hinchable sobre el que jugaban.

Las autoridades portuarias y de salvamento recuerdan que los hinchables, por muy divertidos o seguros que parezcan, pueden convertirse en trampas peligrosas cuando se utilizan en aguas abiertas. Las corrientes marinas, los vientos y la falta de control hacen que en cuestión de segundos se pase de una escena familiar a una situación de emergencia.

La viralización de este caso en pleno verano de 2025 refuerza un mensaje fundamental: nunca hay que perder de vista a los más pequeños cuando están en el mar, ya sea pescando, jugando o simplemente disfrutando del agua. Un simple descuido puede tener consecuencias graves.

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