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Mutuasport pide más recursos para frenar el robo de perros de caza, principal fuente de abandono

© Mutuasport

Coincidiendo con el fin de la temporada de caza, Mutuasport solicita públicamente más medios y recursos para combatir el robo de perros de caza, una lacra que además se presenta como la principal fuente de abandono y maltrato.

Las únicas estadísticas oficiales del Seprona señalan que en 2019, último año en que el Ministerio del Interior publicó los datos, se robaron 328 perros de caza, de los que 175 fueron galgos que son explotados por grupos y mafias organizadas que, una vez pierden el interés en ellos, los maltratan o abandonan.

Así lo explicaba públicamente el propio Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil en el documental “La verdad sobre los perros de caza”, emitido por Mutuasport en YouTube hace un año aportando los únicos datos estadísticos oficiales que desmontan la cifra de 50.000 perros que, según colectivos animalistas y anticaza, se abandonan al finalizar la temporada de caza.

«El año 2021 ha sido especialmente negro en cuanto al robo de perros de caza, pudiendo desarticularse mafias organizadas en distintos puntos del país. En este sentido, queremos agradecer el trabajo de la Guardia Civil para la que solicitamos más recursos», señala José María Mancheño, presidente de Mutuasport, que añade que «desde hace muchos años los grupos animalistas y anticaza se dedican a difundir datos anuales de abandono carentes de rigor, sin embargo, no se preocupan por actuar contra la verdadera raíz del problema en el caso de abandonos y maltratos de perros de caza».

Javier Vergés, gerente de Mutuasport señala que «desde esta entidad abogamos porque se erradiquen estas prácticas que van en perjuicio de los intereses de sus propietarios y en perjuicio del resto de la población que puede verse implicadas por ejemplo en accidentes de circulación por abandono de los perros. Eso genera una incidencia de carácter asegurador, pudiendo en ocasiones tener que soportar responsabilidades que en otros casos no se tendrían que producir, causando al asegurado molestias innecesarias como tener que ir a denunciar los hechos a la autoridad, la comunicación del siniestro a su compañía, la aportación de toda la documentación y la incertidumbre de que su seguro le pueda a llegar a cubrir o no el posible siniestro».

       
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