Tal y como informábamos esta mañana, el Consejo de la Unión Europea ha apoyado por mayoría la propuesta de la Comisión Europea de flexibilizar el estatus de protección del lobo en los estados miembros para permitir su control.
Hay que recordar que desde que fue catalogado como especie protegida en 1992, las poblaciones de lobo han crecido exponencialmente, expandiéndose a nuevas regiones y multiplicando sus poblaciones. Al ajustar la protección del lobo de “estrictamente protegido” a “protegido”, los Estados miembros de la UE ahora tendrán más flexibilidad para gestionar responsablemente las poblaciones de lobos y al mismo tiempo garantizar la conservación de la especie.
Sin duda, se trata de una noticia muy esperada por el mundo rural europeo, por lo que no han tardado en producirse las primeras reacciones. Esta misma mañana la Real Federación Española de Caza se pronunciaba celebrando la noticia y aseguraba en nota de prensa que espera que el Gobierno de España escuche a Europa, saque al lobo del listado de especies protegidas y ponga en marcha un plan de gestión de la especie.
Por su parte, Fundación Artemisan también ha celebrado la medida, la cual, según ella, «favorecerá así la convivencia con la ganadería y otras actividades del medio rural».
Para la entidad, es «un gran paso hacia adelante hacia un modelo que tenga en cuenta la situación real de las poblaciones de la especie, dejando de lado argumentos ideológicos alejados de los criterios científicos y técnicos que deberían regir cualquier decisión en materia de conservación».
Artemisan también se ha mostrado sorprendida de que sea España, el país con mayor población de lobo, el único que se ha mostrado contrario a flexibilizar su estatus votando en contra, haciendo caso omiso al aumento de las poblaciones que se ha dado en los últimos años, cifrado en un 26 % por un informe propio realizado recientemente.
Un incremento de un 33% en los ataques al ganado
Artemisan también ha recordado que el lobo es necesario y defiende su importancia en la cadena trófica, pero recalca que no se puede apostar por un modelo sin control, que ha llevado a un incremento del 33 % de ataques desde su protección estricta con la inclusión de la especie en el LESPRE y que hace incompatible su convivencia con la ganadería.
Además, recuerda que España fue ejemplo durante muchos en la conservación del lobo, precisamente gracias a un modelo que permitía su control y que hizo que la especie se recuperase prácticamente de la extinción, al contrario de lo que ocurrió en países en los que se apostó por prohibir su gestión.
Aunque la decisión tendrá que ser ratificada mañana, cabe señalar que los estados miembros serán soberanos para decidir si se permite el control de la especie, por lo que Fundación Artemisan insta al Gobierno de España a que escuche a Europa y tome decisiones en función de la situación real de la especie, volviendo así a ser modelo en la gestión del lobo.
«Un paso decisivo» para el CIC
Por su parte, el Consejo Internacional para la Conservación de la Caza y la Vida Silvestre (CIC) también se ha pronunciado y ha acogido con satisfacción el paso «decisivo» de los Estados miembros de la UE para iniciar el proceso de cambio del estatus de protección del lobo en virtud de la Convención de Berna.
«Esta decisión, muy esperada desde hace mucho tiempo, marca un progreso significativo tanto para las comunidades rurales como para los agricultores y los conservacionistas», ha manifestado el organismo en una nota de prensa. «Este cambio de política es un reconocimiento bienvenido de la necesidad urgente de medidas que protejan tanto la biodiversidad como los intereses de las comunidades rurales, que han enfrentado presiones cada vez mayores debido a la expansión de las poblaciones de lobos», ha recordado el CIC.
«Es una triple victoria», según FACE
Otro de los organismos que también se ha apresurado a celebrar la noticia es la Federación Europea para la Caza y la Conservación (FACE). Para este organismo internacional, la «exitosa» votación de hoy es una triple victoria.
En primer lugar es una victoria para la Directiva de Hábitats, establecida en 1992, cuyo objetivo es restaurar hábitats y especies en Europa. El lobo, casi extinto en Europa occidental, ha recuperado una presencia generalizada en toda Europa. «La Directiva sobre Hábitats ahora puede verse mejor como un texto legal funcional que puede dar cabida a historias exitosas de conservación», ha subrayado.
En segundo lugar ha apuntado que se trata de «una victoria para el funcionamiento de las instituciones que saben cómo implementar buenas decisiones políticas cuando es necesario».
Y en tercer lugar ha añadido que se trata de «una victoria para la población de lobos, que está experimentando una expansión sin precedentes en Europa (crecimiento del 81% en 10 años)».
Un largo camino
FACE ha recordado que la propuesta de cambiar el estatus de protección es el resultado de numerosas solicitudes de los Estados miembros durante muchos años, respaldadas por cuatro resoluciones del Parlamento Europeo en los últimos cinco años. También ha contado con el respaldo del Comité de las Regiones, que lo solicitó en su dictamen sobre “Una visión a largo plazo para las zonas rurales”, en 2022.
En respuesta a estas solicitudes, la Comisión Europea lanzó una nueva fase de trabajo en septiembre de 2023 para abordar los desafíos que plantea el regreso de los lobos. La Comisión invitó a las comunidades locales, los científicos y todas las partes interesadas a presentar datos actualizados sobre las poblaciones de lobos y sus impactos.
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«Trasladar al lobo del anexo IV al anexo V no pone en tela de juicio las obligaciones legales de conservar al lobo: los Estados miembros aún deben alcanzar y mantener un estado de conservación favorable, también en virtud del anexo V. Además, los Estados miembros siempre serán libres de crear sus propios estados decisiones, tal como ocurre hoy. De este modo, cada Estado miembro puede aplicar las medidas de gestión que mejor se adapten a su territorio y a su población» ha recordado FACE en nota de prensa.
«La decisión de hoy abre la puerta a herramientas de convivencia para aliviar las tensiones. A falta de medidas adecuadas, el furtivismo y el envenenamiento van en aumento», ha recordado FACE, quien ha añadido: «Los efectos colaterales son muy perjudiciales para el medio ambiente; no sólo se envenenan los lobos, sino también los perros guardianes del ganado, los osos, las aves carroñeras y, peor aún, las aguas de nuestros arroyos. La persistencia de estos venenos es un desastre ambiental. Este fenómeno está surgiendo en muchos Estados miembros, e Italia incluso ha creado una unidad canina especializada para combatir este furtivismo.
«La gestión de los problemas con los lobos debe seguir siendo responsabilidad de los Estados, pero necesitan un marco jurídico estable y duradero que no sea impugnado ante los tribunales cada vez que una autoridad local emite una derogación», ha concluído.