Varios perros de caza han muerto en Cantabria tras contraer la enfermedad de Aujeszky después de haber participado en batidas de caza de jabalí en la comarca de Liébana, según adelanta El Diario Montañés. Así lo ha confirmado al citado medio el consejero de Desarrollo Rural, Guillermo Blanco, que ha explicado que el pasado mes de diciembre el Servicio de Sanidad y Bienestar Animal dependiente de la dirección general de Ganadería recibió información sobre la existencia de tres casos sospechosos de esta enfermedad en canes.
Blanco ha señalado al citado medio que «a fin de confirmar el posible diagnóstico, las muestras de los perros fueron remitidas al Laboratorio Central de Veterinaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, como laboratorio nacional de referencia frente a dicha enfermedad. Con fecha 17 de enero se reciben los informes de análisis con resultado positivo a la enfermedad de Aujeszky. Posteriormente, realizada la encuesta epidemiológica, se constata que los tres perros habían participado en batidas de caza en la zona de Liébana».
El responsable de Desarrollo Rural ha incidido en que «teniendo en cuenta que se trata de una enfermedad mortal para el perro, para la que no existe tratamiento ni vacuna que pudiera emplearse de forma preventiva, y que la vía de contagio principal es a través de la ingesta de carne de jabalí, los perros de caza mayor son considerados como grupos de riesgo, y los agarres en monterías o el consumo de restos, suponen puntos críticos para el control de la enfermedad».
13 perros también murieron en Galicia después de morder un jabalí en 2020
Aunque ya se había registrado algún caso anteriormente en nuestro país, según hemos informado en Jara y Sedal, nunca antes se había descrito científicamente un brote de la enfermedad de Aujeszky hasta que, a principios de 2020 se confirmó que 13 perros habían muerto en Galicia después de morder un jabalí afectado por esta enfermedad.
La de Aujeszky es una enfermedad mortal que puede transmitir el jabalí a nuestros perros y para la que no existe tratamiento. En este artículo publicado también el pasado año en este medio por Carlos Díez y Carlos Sánchez, doctores en Veterinaria y miembros de Ciencia y Caza, se explica cómo afecta a jabalíes y perros.