En plena temporada estival, la Guardia Civil intensifica los controles en los cotos de Castilla y León para detectar prácticas ilegales durante la caza del corzo. Fruto de esta vigilancia, una patrulla del SEPRONA sorprendió recientemente a dos hombres en un coto cercano a la localidad palentina de Manquillos con un monocular térmico, una herramienta expresamente prohibida durante el ejercicio cinegético en esta comunidad autónoma.
Los agentes procedieron a decomisar el dispositivo y a levantar la correspondiente denuncia. Según recoge la normativa vigente, se trata de una infracción grave que podría acarrear una sanción económica de entre 2.000 y 10.000 euros, además de la retirada de la licencia de caza e inhabilitación para obtenerla durante un periodo de hasta tres años.
Tecnología prohibida
Agentes del SEPRONA han intervenido este año en otras dos actuaciones similares: una en marzo en la localidad de Villamuriel de Cerrato, y otra en abril en un coto próximo a Palenzuela, donde también se decomisaron dispositivos térmicos y se cursaron denuncias.
El uso de este tipo de equipos, diseñados para detectar el calor corporal de los animales pero no instalados en el arma con el que se va a disparar, están autorizados en otras comunidades autónomas pero no en Castilla y León.
Controles reforzados en toda la provincia
El operativo forma parte de una campaña de vigilancia intensiva que el SEPRONA está desplegando en los principales cotos palentinos, coincidiendo con el momento álgido del celo del corzo. El objetivo es doble: prevenir el furtivismo y garantizar que los cazadores cuentan con las autorizaciones necesarias y hacen uso única y exclusivamente de medios permitidos.
