Numerosas personas y entidades han denunciado a través de las redes sociales, desde la semana pasada, los miles de peces muertos que han aparecido en el río Tajo a su paso por el embalse de Castrejón, en Toledo. Los peces fueron avistados el pasado jueves en diferentes riberas del río pertenecientes a las localidades toledanas de Burujón y La Puebla de Montalbán. La especie más afectada es el carpín (Carassius auratus), habiendo muerto miles de ejemplares.
Diferentes lugareños y habitantes de las riberas han denunciado que los ejemplares muertos empezaron a ser visibles a partir del viernes día 12 de septiembre. Las autoridades ambientales ya están investigando las causas de esta mortandad.
De hecho, agentes medioambientales tomaron muestras con la finalidad de encontrar una explicación a tan catastrófico acontecimiento, unas muestras y analíticas están en plena fase de procesamiento y aún no han arrojado resultados concluyentes.
Los hechos resultan especialmente graves por cuanto afectan a un espacio natural, el Embalse de Castrejón y su entorno más inmediato aguas abajo del mismo que se encuentra integrado en la Red Natura 2000 y cuenta además con la declaración de otras figuras de protección, como refugio de fauna y monumento natural. Este enclave natural es de singular importancia para diferentes poblaciones de aves acuáticas, tales como ardeidas, anátidas o rálidos cuya supervivencia se pone en riesgo.
Alarmante imagen del río Tajo a su paso por Cáceres: los peces que alberga esta zona también están en peligro
Un vídeo grabado el pasado mes de abril por Carlos Caro García, titular del coto de caza intensivo ‘La Atalaya’ –en las cercanías de la localidad cacereña de Garrovillas de Alconétar– hizo hecho saltar las alarmas. En él se ve cómo la azolla, una planta invasora, está asfixiando la vida del río Tajo a su paso por esta zona, y en concreto en el embalse de Alcántara, que se extiende durante decenas de kilómetros.
Esta planta invasora de tipo helechoso ya cubre prácticamente toda la superficie del agua del Tajo, «un gravísimo problema para las numerosas especies que habitan en ellas y para la navegación también», explicaba a Jara y Sedal Carlos Caro. «En noviembre di la voz de alarma con otro vídeo en el que se veían pequeños bancos de plantas, pero la Administración no ha hecho absolutamente nada desde entonces», denuncia.
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