El hallazgo se produjo en pleno final de la campaña veraniega en la zona agrícola de Crozet, un área con larga tradición frutícola en el estado de Virginia (Estados Unidos). Allí, un melocotón de la variedad PF-27A comenzó a llamar la atención por unas dimensiones que superaban con mucho lo habitual. Lo que inicialmente era solo una intuición del agricultor terminó convirtiéndose en un hito oficial.
Durante semanas, vecinos y medios de la región siguieron de cerca el fruto que no dejaba de engordar. A medida que avanzaba septiembre, la comparación era inevitable: aquel melocotón parecía más cercano a una calabaza pequeña que a la pieza de fruta que cualquiera puede sostener en la mano. La expectación se disparó y, finalmente, llegó la confirmación.
El 10 de septiembre de 2025, el Libro Guinness de los Récords certificó que el agricultor Henry Chiles, propietario del histórico Chiles Peach Orchard, había conseguido el melocotón más grande del mundo. Con un peso exacto de 828,5 gramos, la pieza superó el récord previo, establecido en 816 gramos.
Chiles explicó que no hubo ningún método extraordinario detrás de la hazaña. «No estábamos intentando conseguir el durazno (melocotón) más grande que haya existido, simplemente sucedió que el clima que tuvimos este año resultó bueno y nos permitió cultivar un durazno gigantesco», aseguró en una entrevista local.
Un récord fruto del clima y la experiencia
La primavera dejó una helada severa en los huertos de la región y redujo el número de flores en los árboles. Esto, lejos de ser un problema, permitió que los frutos que sobrevivieron recibieran más recursos. El verano, con lluvias regulares y temperaturas moderadas, completó un escenario casi perfecto para el desarrollo del melocotón.
El agricultor recordó que la variedad PF-27A suele ser resistente, pero este año el equilibrio entre humedad, suelo y temperaturas hizo el resto. El Guinness verificó el peso —equivalente a 1 libra y 13 onzas— y publicó la confirmación en su web.
La familia Chiles lleva cinco generaciones dedicadas al cultivo de fruta en Virginia. Su huerta combina producción agrícola y agroturismo, con visitantes que acuden cada temporada para recoger fruta y conocer el proceso de cultivo. Para el equipo, el récord también es una forma de reconocimiento colectivo. «Nos sentimos orgullosos de que este reconocimiento sea el reflejo de un esfuerzo conjunto», señaló Chiles.
Una región acostumbrada a los récords
El área de Charlottesville ya había aparecido antes en el Libro Guinness. En 2018, Richard Kwiatkowski, vecino de Earlysville, completó 50 millas corriendo mientras hacía malabares con tres pelotas, una modalidad conocida como joggling. También las conocidas Cuevas de Luray, al norte de la localidad, ostentan un título singular: el del instrumento musical subterráneo más grande del mundo, el Great Stalacpipe Organ.
El récord del melocotón más grande del mundo se suma así a una lista de curiosidades que han situado a la región en el mapa, esta vez gracias a un fruto que creció sin pretensiones pero que acabó haciendo historia.