Este sábado, 6 de mayo, ha sido una jornada histórica en todos los sentidos para el mundo cinegético en Valencia. Decenas de miles de cazadores han salido a las calles de la capital del Turia para defender una pasión, una forma de vida y una manera de amar y cuidar la naturaleza. Y lo han hecho ante una clase política que ha dejado patente su «actitud de ninguneo y desprecio» al sector, especialmente por parte de la Consellería de Medio Ambiente, como así ha denunciado en los últimos días la presidenta de la Federación de Caza de esta comunidad autónoma, Lorena Martínez.
Las consignas en defensa de la actividad y del mundo rural no han dejado de aparecer en toda una jornada que se ha desarrollado con la ejemplaridad y el respeto a la que el mundo de la caza nos tiene acostumbrados. Desde el desembarco de los más de 120 autobuses repletos de cazadores que han acudido a la cita hasta que éstos han vuelto a regresar de nuevo a sus destinos el amor por los animales y la defensa pacifista de una actividad esencial para la conservación de los ecosistemas han sido la principal tónica.
A la cita, según fuentes de la Federación Valenciana de Caza, han asistido cerca de 50.000 cazadores. Se trata por tanto, de la manifestación más numerosa celebrada en Valencia en la historia y solo se acerca a ella la del 15 de febrero de 2003 cuando cerca de 10.000 personas salieron a la calle para denunciar la guerra de Irak bajo el lema ‘No a la guerra’. Ha superado con creces otras protestas de gran calibre como la del 11M y es que, cuando una federación de caza como la valenciana organiza un evento de este calibre parece que el éxito está asegurado. El perfecto ejemplo de organización por parte de las federaciones de caza fue la manifestación del 20 de marzo de 2022 que llegó a congregar cerca de medio millón de personas en Madrid.
Así se ha desarrollado la jornada de protesta
La descarga de autobuses con cazadores llegados de múltiples puntos de España tuvo lugar desde las 10:00 horas de la mañana. Tras ello, la salida de la jornada de protesta tuvo lugar a las 11:30 horas desde uno de los centros neurálgicos de la ciudad, la calle de Xátiva. A partir de ese momento, la cita discurrió por otra de las arterias fundamentales de la capital levantina, la calle Colón, siguiendo por vías como Puerta del Mar, calle Navarro Reverter y su llegada a Plaza de América cuando la tarde ya estaba entrada.
Desde el primer instante hasta el último, los cazadores -vestidos en su mayoría con prendas naranjas- han hecho sonar sus voces, sus caracolas, han sacado sus perros y han mostrado el amor que tienen hacia ellos para reivindicar su importancia social y su necesidad para, entre otras cosas, regular las poblaciones de fauna silvestre por el bien común.
Hay que tener en cuenta que, durante la marcha, federaciones de distintas comunidades autónomas como Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha o Aragón han querido mostrar su apoyo al colectivo valenciano y han acudido con autobuses a la cita. Una vez llegaba la marea naranja al final de la manifestación, fuentes de medios de información locales han asegurado a Jara y Sedal que aún quedaba gente por salir del inicio del recorrido y que la ciudad se encontraba totalmente colapsada.