La noche del lunes 6 al martes 7 de octubre ofrecerá uno de los espectáculos astronómicos más esperados del año. La Luna del Cazador, también llamada superluna de octubre, podrá verse en todo el territorio español sin necesidad de telescopios. Su máximo esplendor se producirá a las 05:47, cuando el satélite alcance el punto más cercano a la Tierra en su órbita elíptica.
El fenómeno, que se repite cada año tras la conocida Luna de la Cosecha, ha estado tradicionalmente ligado a los ciclos agrícolas y cinegéticos. En las culturas de Norteamérica, esta luna marcaba el momento en que los campos ya estaban recogidos y los animales resultaban más visibles entre la vegetación otoñal.
Su nombre evoca una época en la que la naturaleza y la supervivencia seguían el ritmo lunar, cuando la luz nocturna permitía a los cazadores y recolectores aprovechar las últimas jornadas antes del invierno. Hoy, más allá de su simbolismo ancestral, el evento despierta el interés de miles de observadores del cielo.
Una superluna con carácter propio
La Luna del Cazador de este año no será una luna llena cualquiera. Se trata de una superluna, término que describe la coincidencia entre el plenilunio y el perigeo, el punto de la órbita más próximo a la Tierra. En esta ocasión, la distancia entre ambos cuerpos será de 361.458 kilómetros, unos 22.000 menos de lo habitual, lo que explica su tamaño y brillo aumentados.
El concepto de superluna fue introducido en 1979 por el astrólogo Richard Nolle y, aunque ha generado debate entre los astrónomos, sigue utilizándose para describir lunas llenas de gran impacto visual. Más allá de la polémica terminológica, los especialistas coinciden en que estos fenómenos permiten estudiar con precisión la influencia gravitatoria lunar y su efecto en las mareas.
Para disfrutarla, bastará con buscar un lugar alejado de la contaminación lumínica y con horizonte despejado hacia el este. Desde la tarde del lunes ya será posible apreciar su ascenso, y su luminosidad permanecerá destacada durante buena parte de la madrugada.
Heredera de un calendario ancestral
La última luna llena, registrada el pasado 7 de septiembre, coincidió con un eclipse total, lo que elevó el interés por los fenómenos astronómicos de este otoño. Ahora, con la Luna del Cazador, culmina un ciclo que enlaza ciencia y tradición.
El Instituto Geográfico Nacional ha confirmado que el plenilunio será visible desde todo el país, siempre que las condiciones meteorológicas sean favorables. Aunque el espectáculo podrá repetirse en los próximos meses con otras lunas llenas, pocas tendrán la cercanía y el brillo de esta superluna de octubre.
La cita se perfila así como una oportunidad perfecta para mirar al cielo y reconectar, aunque sea por unos minutos, con ese calendario natural que acompañó a la humanidad durante siglos.
