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Jóvenes cazadores valencianos dan una lección de ecologismo en plena ola de calor

© FCCV

En pleno verano, cuando la sequía aprieta con más fuerza y los animales salvajes encuentran serias dificultades para acceder al agua, los cazadores vuelven a demostrar que su labor va mucho más allá de la temporada cinegética. Jóvenes del Club de Caza y Tiro de Torrent, en la Comunidad Valenciana, han aprovechado sus vacaciones para levantar balsas destinadas a la fauna silvestre. Un trabajo voluntario que pone en valor el compromiso de las nuevas generaciones con el medio rural.

La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana ha compartido las imágenes de esta iniciativa en la que los jóvenes, pala en mano, preparan depósitos de agua en pleno monte. «Gracias por cuidar del campo los 365 días del año», destacaba la entidad al difundir la acción, que ha recibido cientos de mensajes de apoyo en redes sociales.

El esfuerzo invisible de los cazadores

Este gesto de los jóvenes de Torrent se suma a una tarea que, cada verano, implica a miles de cazadores en toda España. Según el último Estudio del impacto económico, social y ambiental de la actividad cinegética en España, solo en 2023 los cazadores invirtieron más de 27 millones de euros en la gestión de puntos de agua. Una cifra que refleja la magnitud de un esfuerzo silencioso, realizado sin ayudas públicas y con un enorme coste personal y económico.

Inversiones en infraestructura/actividades para la conservación medioambiental por parte de titulares/gestores de cotos y organizadores
de cacerías, 2023. © Deloitte

La creación y mantenimiento de bebederos no solo garantiza la supervivencia de especies cinegéticas como el corzo, el jabalí o la liebre, sino también de otras protegidas como el lince ibérico, aves rapaces o anfibios. Además, mantener estas zonas húmedas contribuye a reducir el riesgo de incendios forestales, un beneficio directo para toda la sociedad.

Jóvenes implicados en el futuro del campo

La participación de los más jóvenes en estas labores es especialmente significativa. Frente a quienes tratan de desligar la actividad cinegética de la conservación, los cazadores demuestran que el relevo generacional está asegurado. Estos voluntarios no solo construyen infraestructuras de agua, también interiorizan el compromiso de cuidar el entorno natural durante todo el año.

El ejemplo de Torrent es solo una muestra de cómo la pasión por la naturaleza y la caza responsable puede transformarse en acciones concretas con un impacto real. Desde la limpieza de bebederos hasta la creación de nuevas balsas, cada gesto suma en un verano marcado por la sequía y la necesidad de apoyar a la fauna.

Una labor que trasciende la caza

Más allá de la temporada de recechos o monterías, el trabajo de los cazadores se mantiene constante. No es casualidad que los animales encuentren agua en lugares remotos: detrás siempre hay manos anónimas que, con esfuerzo y recursos propios, sostienen el equilibrio del ecosistema. En Torrent, este compromiso se ha hecho visible en la figura de un grupo de jóvenes que han decidido dedicar sus días libres a algo más que descansar: cuidar del campo.

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