El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) ha convocado para el próximo 2 de octubre, en la Sala Goya del Departamento de Agricultura de Zaragoza, una jornada formativa destinada a sociedades de cazadores y responsables de cotos. El objetivo es dar a conocer en detalle las novedades que introduce el Plan General de Caza 2025-2026 en la comunicación de batidas, un procedimiento que a partir de esta temporada será decisivo para la cobertura de la Administración en accidentes de tráfico con fauna cinegética.
La asistencia será gratuita, aunque será necesario inscribirse previamente debido al límite de aforo. Desde la organización insisten en que se trata de un cambio normativo de gran calado que afecta directamente a la gestión de los cotos.
Cómo era antes
Hasta la temporada 2024-2025, los cotos comunicaban las batidas de manera más burocrática. Primero, en el Plan Anual de Aprovechamiento, se incluían las jornadas del año anterior. En caso de accidente de tráfico, el INAGA enviaba un requerimiento al titular del coto para que presentara una Declaración Anticipada de Resultados y el libro de batidas de la fecha señalada. Posteriormente, el área técnica emitía un expediente de audiencia que determinaba si la Administración debía asumir la indemnización al conductor afectado.
En definitiva, aunque los trámites eran más pesados, existía la posibilidad de acreditar a posteriori la realización de una batida para que el INAGA se hiciera cargo de los daños.
Qué cambia ahora
Con el nuevo sistema todo se centraliza en la aplicación informática “Gestión de cotos de caza – Batidas de Caza”. El titular, presidente o persona autorizada del coto deberá validar los datos de la batida en un plazo máximo de 30 días desde su celebración.
El cambio clave es que ya no bastará con justificar después de un accidente que se celebró una batida. Si no está registrada en la aplicación dentro de plazo, esa batida no existirá a efectos legales. En consecuencia, la Administración no asumirá la responsabilidad de los siniestros de tráfico provocados por especies cinegéticas en esa jornada.
Consecuencias para los cotos
En caso de accidente de tráfico por irrupción de fauna, la responsabilidad recae en principio en el conductor del vehículo. Sin embargo, el INAGA puede asumir el pago de la indemnización cuando el siniestro está vinculado a una batida de caza mayor que cumpla unos requisitos muy concretos: que esa jornada se haya celebrado efectivamente en la fecha del accidente, que la batida se desarrollara dentro del horario hábil o en las doce horas posteriores, que el siniestro se produzca dentro del mismo coto o a menos de 1.000 metros de su límite y que el coto tenga su registro de batidas correctamente actualizado.
Con el nuevo sistema, la clave está en la comunicación en plazo a través de la aplicación del INAGA. Si la batida no se registra en los treinta días posteriores a su celebración, esa batida ‘no existirá’ a efectos legales. Esto implica que, aunque realmente se hubiera realizado, el INAGA no se hará cargo de la indemnización.
El Gobierno de Aragón busca así un sistema más ágil y transparente, que garantice seguridad jurídica y evite indemnizaciones improcedentes, pero también impone una obligación estricta a los cotos, que deberán ser rigurosos en sus registros si quieren estar protegidos.
Formación y modernización
La jornada formativa del 2 de octubre servirá para resolver dudas prácticas sobre la aplicación y facilitar la adaptación de los responsables de batida. La Federación Aragonesa de Caza subraya la importancia de familiarizarse con la herramienta.
«Al igual que con la implantación de los nuevos precintos de caza mayor, esta medida supone un paso más en la modernización de la gestión cinegética en Aragón. Es fundamental que los responsables de batida se familiaricen con la aplicación para garantizar la validez de sus actuaciones», destacan.
