El jabalí hirió en el cuello a un musulmán que se encontraba orando en el interior y causó importantes daños a tres cuartas partes del edificio. Finalmente fue abatido por un miembro de la mezquita.
2/4/2018 | Redacción JyS
El aumento sin control de la población del jabalí y su acercamiento paulatino al hombre hace que no nos resulte extraño ver por mitad de la ciudad a un piara o incluso encontrárnoslos dentro de lugares sagrados. Está aprendiendo a convivir cerca del humano y éste nos ha perdido el miedo. Los hemos visto en supermercados, en gasolineras, en parques e, incluso, hozando en campos de fútbol. Ahora también en una mezquita.
La revista Pest Management Science publicó un estudio en 2015 en el que un grupo de expertos de diferentes países ya lanzaban la voz de alerta. La expansión demográfica y geográfica del jabalí adquiría una dimensión global muy preocupante. Tanto es así que estaban reconolonizando países como Inglaterra o Dinamarca, donde sus poblaciones casi habían desaparecido.
Un claro ejemplo de que no hay lugar que se le resista ya a estos suidos es el suceso acaecido en Sungai Buloh (Malasia). Los fieles que se encontraban en la mezquita de Masjid Jamek Sungai Plong cortaron rápidamente sus oraciones al encontrarse con un jabalí que se había colado en el interior.
El jabalí se encontraba en los aledaños de la mezquita y no dudó en entrar dentro para investigar la zona, sembrando el pánico. Con la situación de caos el animal atacó a un fiel que en ese momento se encontraba rezando, dándole un navajazo en el cuello. Por fortuna la herida no revistió gravedad. El edificio fue el más perjudicado, ya que el jabalí destrozó tres partes de la sala, además de su galería.
El imán pide ayuda para acabar con la problemática del jabalí
La policía de Sungai Plong fue alertada de los hechos, sin embargo, el encargado de acabar con el caos y el miedo que causó el jabalí fue un miembro de la mezquita, que abatió al animal con su propia escopeta.
Según aseguró el imán de la mezquita, Ungku Ahmad Hazwan Ungku Kamarudin, a los medios locales «un jabalí macho que se había perdido en los terrenos de la mezquita y decidió visitarnos. Antes de entrar en la mezquita estuvo persiguiendo a las personas que se iba encontrando». La administración de la mezquita se ha puesto en contacto con la Oficina de Selangor Mufti (JMNS) para ayudar a gestionar el problema y evitar así que se vuelva a repetir.
No hay que olvidar que el jabalí, al igual que el cerdo, es considerado animal impuro por el islam, por lo que el hecho de que este incidente haya sido protagonizado por un cochino supone un desagrado añadido para los fieles que sufrieron su ataque.