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Cazan en Ciudad Real un jabalí ‘alunado’ con unas exageradas navajas de 30 centímetros

Imagen y trofeo del jabalí. © F. R.

Un ‘monstruo’ en toda regla. Las imágenes de este jabalí, uno de los más grandes que se han cazado en nuestro país en los últimos años, dio qué hablar en su día a los cazadores que tuvieron la oportunidad de verlo. Pero no circularon a través de las redes sociales muchas fotografías de este tremendo animal al que el cazador madrileño Fernando Renieblas, de 50 años de edad, dio caza en una finca de la provincia de Ciudad Real. Ahora, ha accedido contar a Jara y Sedal cómo se topó con esta fiera en toda regla.

Un jabalí que falló toda la armada

Otra imagen del jabalí. © F. R.

Fue en una montería en la citada provincia hace algunos años y fue «el lance más sencillo que se puede contar», advierte Renieblas. A pesar de la envergadura del suido, de sus tremendas defensas, de su enorme volumen… ninguno de los cazadores de la armada logró acertar con su disparo hasta que el macareno llegó al puesto de Fernando, que por fortuna vio cómo este cesaba unos segundos en su carrera delante de su puesto.

«Supongo que vio unas jaras que yo tenía delante como un momento de descanso perfecto antes de emprender de nuevo su carrera… y yo vi en ese instante mi oportunidad perfecta», asegura el cazador.

Disparo a 100 metros. A unos 100 metros de distancia le vio entrar en ese lugar: «Lo metí en el visor de mi rifle Blaser, lo apunté directamente al codillo y cayó seco», relata Fernando. Fue un lance «rapidísimo», que apenas le dio tiempo a disfrutar a este cazador, pero «intenso» porque la pieza era descomunal.

Otra imagen del jabalí. © F. R.

Unos colmillos de 30 y 27 centímetros. Al llegar a la junta de carnes, las caras de sorpresa de los presentes eran también todo un espectáculo: «Todo el mundo miraba la pieza. Cuando le sacamos los colmillos y vimos que tenían 30 centímetros en uno y 27 de longitud en otro ni nos lo creíamos…», confiesa Reniebla. «Sé que no fue un lance bonito, ni me dio tiempo a prepararlo, ni siquiera recordaré mucho de ese momento… pero logré hacerme con esa impresionante pieza», asegura el cazador.

No pudo homologar el trofeo por la falta de una amoladera. Además, la conformación del trofeo también es única, ya que uno de los colmillos casi da la vuelta sobre sí mismo debido a la falta de una de las amoladeras, hecho por el que el cazador lamentablemente no pudo homologarlo.

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