La imagen que transmitimos es muy importante en todas las facetas de nuestra vida. Es nuestro reflejo, y a través de ella es como nos perciben los demás, razón por la que debemos cuidarla. Lo mismo sucede en la caza. El vídeo del accidente de los 12 perros despeñándose por un barranco es un ejemplo de lo que puede llegar a suceder cuando se comparten imágenes no representativas de nuestra actividad. Por este motivo Jara y Sedal ha puesto en marcha la campaña «Comparte la caza con responsabilidad», que se inicia con este artículo. A través ella pretendemos concienciar a los cazadores de la importancia de usar las redes de forma responsable y utilizarlas para mostrar la realidad y los valores de nuestra forma vida.
21/11/2018 | Texto y fotos: Pilar Escribano
Son muchos los ignorantes que con un total desconocimiento de lo que implica la acción venatoria en nuestro medio rural y natural quieren acabar con una actividad ancestral que ha sido clave en la conservación de la envidiable biodiversidad de nuestro país. Por eso no debemos olvidar la educación y concienciación de los propios cazadores, cuidando la imagen que ofrecemos de nuestra actividad tanto en redes sociales (RRSS) como medios generalistas.
Debemos saber comunicar y expresar, más allá de nuestro entorno, cuál es el papel de la caza, el valor que posee para las miles de familias que viven de ella y su importancia como herramienta imprescindible para la conservación de la naturaleza, algo que de una forma modesta y sencilla intento mostrar en mi blog Cupo Libre. Por ello es fundamental que pongamos un poco de nuestra parte a la hora de reflejar nuestras vivencias e historias, ya sea en RRSS, revistas especializadas o hasta en una simple foto de uso personal.
Retrata la caza, no al animal
Todo cuenta a la hora de poner en valor nuestra actividad. Dentro de este tipo de imágenes a las que me refiero, las que pueden suscitar más polémica o controversia –no para los cazadores sino para aquellos que se sirven de cualquier excusa para atacarnos– son las que protagonizan las piezas de caza. En ellas debemos aportar el máximo respeto y el valor que se merecen, posean un mayor o menor trofeo. Además, cuando vamos a cazar estamos disfrutando de un entorno que también podemos transmitir en nuestras imágenes. Estos parajes en los que nos adentramos son un buen motivo para capturar con nuestros dispositivos móviles, y cuidar y mantener el hábitat es otras de las acciones que se derivan de la acción venatoria. ¡Reflejémoslo en nuestras fotos!
Respeto por la pieza
Cazando, si tenemos suerte, podemos llegar a abatir un animal. Es algo intrínseco a la actividad cinegética que no siempre se cumple, ya que en muchas ocasiones nos volvemos de vacío a casa. En el caso que la ventura nos sonría debemos inmortalizar su grandeza con una fotografía digna. No tiene que ser el trofeo más impresionante o el más grande. Cualquiera de nuestras capturas se merece un trato respetuoso, ético y diligente.
Fotos éticas y estéticas
- Evita la presencia de sangre. Procura que la parte donde ha recibido el disparo quede oculta al objetivo. Si no, maquilla su presencia con un poco de tierra o agua.
- Puedes colocar tus capturas como hacen los profesionales en África, doblando sus patas bajo su cuerpo. Así se apreciará su tamaño real, sus cuernas, su pelaje… Utiliza ramas o piedras para mantenerlo en una postura correcta de manera que no se aprecien en la imagen.
- Evita publicar fotos de las juntas de carnes, pues por desgracia no se asemejan en nada a los tableau tradicionales de otros países.
- En ocasiones el animal que hemos cazado yace con la lengua fuera. Introdúcela de nuevo en el interior. Siguiendo la costumbre centroeuropea que aprendí cazando corzos en Polonia, suelo colocorle en la boca una pequeña rama con hojas. Esta tradición simboliza el último bocado, y es una señal de respeto por la pieza abatida. Creo que podemos importar muchas formas de actuar de cazadores de otros países que aportan un plus de consideración hacia el animal abatido.
- Muy importante: si quieres salir en la foto, sitúate a a la misma distancia de la cámara que el animal. Uno de los recursos que más me gusta utilizar es sentarme a su lado admirando su belleza. Olvídate de sentarte encima, quedarte de pie, alejarte, cogerle de las cuernas u orejas… Por supuesto, elementos como bebidas, cigarros… no deben aparecer en las instantáneas.
- Explora tu creatividad y sugiere con la imagen: con un primer plano de una parte del animal –cuerna, pelaje, plumas…– tendrás un recuerdo más estético y artístico.
- Juega con la luz y evita sombras –del cazador y del propio fotógrafo–.
- Cuida el estilismo: puedes incluir elementos como, por ejemplo, mochilas, armas… pero olvídate de ellos si no aportan información ni ayudan en la composición.
- Esencial: los menores de 14 años no pueden aparecer en una fotografía o un vídeo portando armas. Cumplamos siempre con la ley.