Un informe de la Guardia Civil afirma que el autor del disparo apuntó en dirección contraria a la que se le había indicado si hubiera permanecido en su puesto y que podría haber utilizado «munición prohibida».
19/2/2019 | Redacción JyS
Según ha publicado La Razón, el hombre que mató a un niño de 4 años durante una montería hace un mes en una finca de Guillena (Sevilla) pudo haber usado una «munición prohibida en cualquier actividad cinegética», según el informe preliminar de la Guardia Civil a la espera del de balística.
El atestado, a cuyas conclusiones accedió el citado medio, señala que la munición «utilizada en el disparo mortal pudiera estar compuesta por postas», entendiéndose por tales -según la definición de la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y fauna silvestres– aquellos proyectiles múltiples cuyo peso sea superior a 2,5 gramos.
El investigado «se salió de su puesto»
El informe además contradice al abogado de la defensa, que señaló que el niño abandonó la postura que le correspondería a su padre y su abuelo, pues «de lo observado en el puesto de tiro número dos, se desprende que el menor estaría colocado en su puesto de forma correcta, justo en la marca de señalización del mismo». Por contra, L.A.G. –investigado por homicidio imprudente–, «se salió de su puesto de caza, subió hasta la zona más alta a unos 25 metros de distancia de su puesto, en la zona del cruce del camino» y «en un momento dado disparó en dirección contraria a la que tenía indicado disparar si hubiese estado en su puesto, realizando el disparo hacia los puestos 2 y 3».
La defensa del cazador ha derivado responsabilidades al orgánico, que testificará en marzo. La Guardia Civil por su parte ha reseñado varias irregularidades en la cacería como que «los puestos 2, 3 y 4 no estaban montados de forma correcta» y que no se habían señalizado los accesos a la finca y caminos colindantes indicando que se estaba celebrando una montería.
PACMA utiliza la muerte del menor para cargar contra la caza
Como ya hiciese en otras ocasiones, PACMA ha vuelto a utilizar este luctuoso suceso para dar difusión a una de las reclamaciones de su programa electoral: la prohibición de la caza. No es la primera vez que hace algo así. Como ya sucediera con el suceso del niño fallecido en la localidad vallisoletana de Villalba o de los agentes rurales asesinados en Cataluña, el partido animalista ha compartido en redes sociales la noticia asegurando que «la caza es violencia y como tal, no sólo debería mantenerse alejada de los niños, sino de toda la sociedad. Debería ser una actividad ilegal», apostillando con los hashtag #STOPCaza y #NoMásViolencia.