Icono del sitio Revista Jara y Sedal

La historia de Juan Manuel Pulido, el rehalero que recibió un disparo en el pecho en una montería

Pulido, junto a su rehala. © Rubén Montés

Todos los monteros y cazadores sabemos que los rehaleros son personas hechas de otra pasta, capaces de soportarlo todo y partirse el pecho en defensa de sus perros si estos lo necesitan. Sin dudar ni un instante, con el cuchillo en mano y con el coraje por bandera no dudan en lanzarse al agarre de un gigantesco jabalí para evitar que alguno de sus fieles compañeros pueda resultar herido. Son una prueba clara de valentía y amor.

Un ejemplo claro es Juan Manuel Pulido, un rehalero extremeño, apasionado de sus perros, que lleva más de 30 años batiendo los jarales y dehesas con sus recovas. Es el protagonista del primer episodio de la nueva serie de Cazaflix, ‘Días de Montería’ y en ella nos muestra cómo es la montería española del siglo XXI a través de los ojos de la rehala. De él hemos aprendido que para ser rehalero hay que valer, que le gustan los perros que cazan con el olfato en lugar de la vista y que si fuera por dinero se dedicaría a otra cosa…

Herido por una bala perdida que le entró por el pecho

Además, las cicatrices de su cuerpo son la prueba de que cazar en montería con su rehala es mucho más duro de lo que la gente pueda imaginar. Hace años, cazando en una finca extremeña, fue alcanzado por una bala perdida que le entró por el pecho y salió por el brazo. Tras 30 días hospitalizado y 11 meses de rehabilitación su locura y pasión por la caza fue más fuerte que el miedo y no dudó en regresar a la sierra que tanto quiere para continuar con su pasión.

       
Salir de la versión móvil