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La Guardia Civil denuncia a un hombre por utilizar un poderoso e ilegal método para capturar cangrejos en Valladolid

El agente del SEPRONA extrayendo la trampa. © Guardia Civil

La Guardia Civil ha denunciado a un hombre por utilizar un arte de pesca prohibido para capturar cangrejos en aguas del Canal de Castilla, a su paso por el municipio vallisoletano de Villanueva de San Mancio. Los hechos se produjeron durante un servicio de vigilancia ambiental, en el que los agentes del SEPRONA localizaron a dos personas que practicaban la pesca con caña en la zona.

Al acercarse a identificarlos, los agentes observaron una cuerda sospechosa atada a la vegetación de la orilla. Preguntados por su origen, uno de los pescadores extrajo del agua un butrón, una trampa no selectiva diseñada con forma de jaula o paraguas, que permite la entrada de los cangrejos pero impide su salida. El hombre reconoció ser el propietario del arte, por lo que fue denunciado en el acto y el material decomisado.

El butrón, un arte expresamente prohibido

La Ley 9/2013 de Pesca de Castilla y León prohíbe de forma explícita el uso de butrones y otras artes similares, tanto por su capacidad de captura masiva como por su impacto en especies no objetivo. La propia tenencia de este sistema ya constituye una infracción grave, según el artículo 76.11 de la citada normativa, y puede ser sancionada con multas de entre 2.000 y 10.000 euros, además de la retirada de la licencia de pesca e incluso la inhabilitación temporal para obtenerla.

La actuación fue remitida al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Valladolid, que será el encargado de continuar la tramitación del expediente sancionador. Junto a la denuncia se ha incluido el butrón incautado.

Captura de cangrejo sí, pero con métodos legales

Aunque especies como el cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) están consideradas invasoras y su captura está permitida —e incluso promovida— en muchas comunidades autónomas, esta debe realizarse exclusivamente mediante métodos autorizados, como el retel. El uso de trampas prohibidas puede alterar la dinámica ecológica de los cursos fluviales, capturar otras especies sensibles y favorecer la degradación del ecosistema.

Este tipo de controles forma parte del compromiso de la Guardia Civil con la protección del medio ambiente y la aplicación de las normas que regulan la actividad piscícola en Castilla y León. En verano, la vigilancia se intensifica debido al aumento de pescadores recreativos, y no son pocos los casos en los que se detectan infracciones relacionadas con artes ilegales o la falta de documentación en regla.

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