Icono del sitio Revista Jara y Sedal

Un grupo de ingeniosos cazadores diseña un sistema de comederos y bebederos para ayudar a las perdices

Uno de los comederos y bebederos instalados en el acotado y una perdiz bebiendo. © Jordi Pla y Shutterstock

En las agrestes tierras de Tortosa, donde la tradición cinegética se remonta a generaciones, Jordi Pla, vocal del Coto de la Sociedad de Cazadores de Tortosa, está liderando una revolución silenciosa pero impactante. Con una visión que combina el respeto por la naturaleza y la pasión por la caza, Pla ha emprendido un proyecto ambicioso: la gestión sostenible de las perdices rojas y la repoblación del coto desde cero. «La clave está en la adaptación y la innovación», afirma Pla con convicción. «Hemos diseñado sistemas de bebederos y comederos que no solo protegen a las perdices de los depredadores, sino que también aseguran su alimentación y hidratación de manera eficiente y constante».

Comida y agua para las perdices

El sistema de carcasas con pantallas móviles es una de las soluciones más ingeniosas que ha implementado. Estas estructuras permiten que las perdices se acostumbren a su nuevo entorno mientras se mantienen a salvo de los depredadores. Además, una malla electrosoldada enterrada 15 centímetros alrededor de las carcasas previene cualquier intento de intrusión.

Así son los comederos instalados por la Sociedad de Cazadores de Tortosa. © Jordi Pla.

Los comederos de tubo de PVC son otra innovación destacada. «Los bidones tradicionales fallaban cuando el grano escaseaba. Con el PVC, ese problema es historia», explica Pla. Y no se detiene ahí: la condensación, un problema común en los tubos, se solucionó con un diseño a base de codos que permite la ventilación adecuada. «Todo esto ha sido posible gracias a la colaboración y el ingenio colectivo», señala Pla, quien no duda en reconocer la idea de las carcasas como una contribución de un compañero. «Inicialmente pensamos en cercar con mallas, pero las carcasas han resultado ser una mejor y más económica solución».

Este meticuloso trabajo de dos años está a punto de dar sus frutos. «Esperamos ver resultados significativos en la próxima temporada», dice Pla con optimismo. Pero el proyecto no se limita a la caza menor. Para la caza mayor, se planea instalar depósitos de 1.000 litros que proporcionarán agua sin interrupciones.

Imagen de otro de los comederos con bebedero instalados. © Jordi Pla

Un coto de caza digitalizado

La digitalización del coto es otro logro notable de Pla. Con un mapa digital que refleja 8.000 hectáreas de terreno con códigos QR en puntos estratégicos, tanto cazadores como visitantes pueden acceder a información detallada. Con sólo escanear el código tendrás acceso a la localización de los bebederos y comederos a través de un mapa, conocer en qué coto de caza se está, un enlace directo a la web de la sociedad de cazadores de Tortosa así como a su página de Facebook oficial.

Mapa del coto de caza que aparece en el código QR.

Además, Pla tiene entre manos continuar con dicha digitalización enfocada a la caza mayor. A corto plazo planea hacer lo mismo con 10 o 12 zonas destinadas a la caza del jabalí. A través de otro código QR que se añadirá a las placas de aviso de batidas con el fin de informar a senderistas y caminantes ajenos a la cacería y evitar así cualquier tipo de accidente. Con la mirada puesta en el futuro, Pla ha lanzado una web (www.cotogest.com) para compartir su experiencia y conocimientos sobre mejora de hábitats y siembras ecológica adaptada, ofreciendo sus servicios a aquellos interesados en replicar su modelo de gestión cinegética.


Bebederos para cotos de caza mayor y menor ¿Cómo y dónde los instalo?


Jordi Pla y su equipo están demostrando que es posible repoblar un coto de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Su trabajo no solo beneficia a la fauna local, sino que también preserva un legado natural de vital importancia para la riqueza de la zona.

       
Salir de la versión móvil