Cuando salimos a realizar alguna actividad en contacto con la naturaleza, automáticamente nos exponemos a vivir momentos respecto a ella que pueden perdurar mucho tiempo en nuestras memorias. Esto es aún más probable cuando dichas escenas guardan algún tipo de relación con los animales que habitan en ella. Algo así es lo que vamos a ver en el vídeo del que hablamos a continuación, con un grupo de ciclistas y un oso pardo como protagonistas principales.
Al principio de las imágenes, podemos apreciar cómo los ciclistas estaban disfrutando de una agradable ruta por carretera, en la que ni siquiera los coches les molestaban en su recorrido. Sin embargo, esa tranquilidad de la que estaban gozando no iba a durar mucho tiempo.
Así reaccionaron los ciclistas ante el oso
El primero de los ciclistas que aparece en la filmación continuaba el paso bajado de la bicicleta y a pie, por el lado izquierdo de la carretera. A él le sigue el resto del grupo, incluido el que se encargaba de grabar el momento que estaban viviendo.
Una interminable piara de jabalíes cruza una carretera: ¿Eres capaz de contarlos?
De repente, al otro lado de la carretera, los ciclistas se percataron de la presencia de un oso que estaba parada, sin moverse, como si estuviera esperando con paciencia el paso de los humanos. A la vez que los ciclistas querían seguir adelante el oso también lo hacía hacia ellos.
En ese instante, aprovechando que justo pasaba un coche por el carril donde estaba el animal, le pidieron que pasara por delante de él a un ritmo lento, para poder avanzar ellos a su lado y utilizar el vehículo como escudo ante un posible ataque.
Lo tenso del vídeo, difundido a través de Instagram, ha hecho que, en tan solo dos horas desde su publicación, ya haya llegado a un gran número de personas. De este modo, ha provocado la reacción de casi 400 usuarios de esta red social en forma de ‘Me gusta’.
Según la última información recibida por Jara y Sedal, las imágenes, que no paran de compartirse en las últimas horas a través de servicio de mensajería instantánea como WhatsApp y redes sociales, habrían sido grabadas en Rumanía por un aficionado al ciclismo del municipio guipuzcoano de Karrantza.