La pasada temporada el grupo autodenominado AVA boicoteó diferentes cacerías en Francia. Gracias a la colaboración de los cazadores identificaron a los responsables de los sabotajes. Ahora, la Oficina Nacional de los Bosques los ha denunciado y les reclaman 63.000 euros por obstaculizar el derecho a cazar.
9/8/2018 | Redacción JyS
Este verano, los enfrentamientos entre cazadores y animalistas en Francia no tienen lugar en el monte, sino en los tribunales. En una carta fechada el 27 de julio, tres miembros del colectivo AVA, Abolissons la Vénerie Aujourd’hui, –Abolición de la Caza Hoy– recibieron una citación ante el tribunal de primera instancia de Compiègne, una ciudad situada la norte de Francia. Durante la última temporada, los activistas habían participado en un boicot coordinado a la mayor parte de las cacerías de la zona.
Gracias a la ayuda de los habitantes del medio rural –cazadores y ganaderos principalmente– los cabecillas de la banda pudieron ser identificados. Ahora, la Oficina Nacional Forestal (ONF) pide al tribunal que condene a pagar a estos tres animalistas la cantidad de 63.000 euros, ya que han considerado que estos «miembros del colectivo causan un verdadero obstáculo al derecho de cazar».
Tras conocer la demanda, Stan Broniszewski, uno de los radicales animalistas más activos del grupo AVA, afirmó a Le Parisien que eso no sería suficiente para interrumpir sus ataques contra la caza. «Este documento está lleno de acusaciones falsas y extravagantes»,aseguró refiriéndose al documento que los cazadores presentaron a la ONF solicitando una indemnización de 35.000 euros. A lo que la oficina forestal respondió agregando 20.000 por «daños a la imagen» y 8.000 como concepto de honorarios judiciales.
Por el momento parece que la lucha judicial se alargará, si bien es cierto que los cazadores, que durante el año pasado pagaron 70.000 euros por los derechos de caza en el bosque de Compiègne y 33.000 por practicar su actividad en el bosque de Laigue, han visto por el momento obstaculizado su derecho a cazar activistas que intentan boicotear la actividad por la que han pagado más del doble de lo que ahora reclaman.