La práctica de la actividad cinegética está vetada en el Parque Nacional de Cabañeros desde que se hizo efectiva la prohibición de la caza comercial el 5 de diciembre de 2020, en base a la Ley de Parques de 2014. Después de la puesta en marcha de esta última, se aprobó el plan director por el que se estableció una moratoria de seis años para que todos los territorios y fincas se adaptaran al cambio.
Esa norma, además, establecía la necesidad de llegar a acuerdos con los propietarios, así como una disposición adicional con un régimen indemnizatorio por el lucro cesante como consecuencia del límite de los derechos, en este caso de la caza.
En este contexto, el Gobierno de Castilla-La Mancha puso en marcha en 2021 el plan de uso y gestión de Cabañeros que impedía la organización de monterías con fines comerciales. Sin embargo, en todo este tiempo los dueños de las fincas afectadas por esa medida aún no han recibido las indemnizaciones prometidas.
Enfado entre los dueños de las fincas de Cabañeros
Sobre ello se ha pronunciado Susana Jara, directora general de Medio Natural y Biodiversidad de la Consejería de Desarrollo Sostenible y también presidenta de la Comisión Mixta de Gestión de los parques nacionales de Cabañeros y las Tablas de Daimiel.
Lo ha hecho en una entrevista concedida al medio Lanza, al que ha confesado entender a que los propietarios «estén molestos». Han pasado tres años desde el cese efectivo de la caza y todavía no han recibido la compensación económica a la que tienen derecho y que, como ella misma ha explicado, «tiene que abonar el Organismo Autónomo Parque Nacionales».
De igual modo, Jara ha detallado que los propietarios, representados por Rafael Pérez Villamil, hicieron diferentes apreciaciones al último borrados aceptado por la administración sobre su intención de permitir la caza para el control de ciervos y jabalíes en las fincas privadas del parque. Recordemos que hace un año ya dieron el visto bueno para que esto se llevara a cabo en los espacios públicos del mismo.
«Si nos dicen que sí, que es lo que me han transmitido, el documento se elevará a la próxima reunión del patronato rector del parque y empezaríamos a firmar este convenio con la primera finca dispuesta, teniendo en cuenta sus circunstancias particulares», ha afirmado.
Cabañeros vuelve a recurrir a la caza, pero sin llamarla caza, para salvar el parque nacional
Hablando en nombre del Gobierno de la región, Jara ha asegurado que están «echando el resto en las negociaciones». «Comprendo su postura, que tienes una finca de caza y de repente esa actividad cesa, pero entiendo que una cosa es la indemnización, que se negocia y va por su lado, y otra el control de especies, por otro», ha añadido respecto a los acuerdos a los que tienen que llegar con los propietarios.
Asimismo, ha terminado detallando que «puede que alguna finca» sea más proclive a conveniar ese control de ungulados con la administración. De igual manera, también ha considerado que, tras tres años sin cazar, lo más efectivo para controlar esas poblaciones y evitar más destrucción del hábitat «es hacer batidas». «A nosotros el plan de ungulados que aplicamos en el último año nos ha ido muy bien», ha concluido.