Emiliano García-Page, candidato del PSOE a la Presidencia de Castilla-La Mancha, ha firmado este jueves el ‘Pacto por la Caza en Castilla-La Mancha‘ en Casasimarro (Cuenca). Se trata de un documento que recoge diferentes medidas propuestas por la Federación de Caza de la región, APROCA y ATICA, que agrupan 21.000 cazadores y 1.200 cotos de caza con más de 5 millones de hectáreas.
«Vamos a apoyar al sector de la caza en Castilla-La Mancha y nadie puede tener ninguna duda», ha avanzado durante un acto en el restaurante Navarro, junto con la candidata a la Alcaldía del municipio, Fátima García, en declaraciones que recoge Europa Press.
García-Page ha indicado que esa firma defiende una «caza sostenible» y para los socialistas la caza «es no solo factor social y tradicional, en buena medida con un claro componente histórico y cultural, sino con una faceta claramente económica y de empleo», recordando que el sector tiene «directa o indirectamente más de 13.000 empleos vinculados».
El documento ha contado con el sello de la presidenta de la Asociación de Titulares de Cotos, Cazadores, y Actividades Afines al Sector Cinegético de Castilla-La Mancha (Ática), Ángela Ormeño; el presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Agustín Rabadán; el presidente de la Asociación de propietarios rurales para la gestión cinegética y conservación del medio ambiente (Aproca Castilla-La Mancha), Luis Fernando Villanueva, y el presidente de Ática Guadalajara, Francisco Plaza.
Las medidas que propone el Pacto por la Caza de cara a las elecciones autonómicas
Como objetivos, el Pacto por la Caza plantea la actualización de la legislación vigente y búsqueda de soluciones a la gestión administrativa relacionada con la actividad cinegética; la protección y recuperación de la caza menor; la promoción y defensa de la caza social y colectiva; acometer una visión de la caza como el mayor nicho de empleo actual del medio rural; poner en marcha una normativa específica de rehalas; la declaración de la montería como Bien de Interés Cultural (BIC) y permitir que en el Parque Nacional de Cabañeros se realicen controles poblacionales de ungulados -ciervo, jabalí, corzo, gamo y muflón-, por parte de los propietarios de los terrenos.
Además incluye la reforma de la Ley de Caza de Castilla-La Mancha, la «modificación urgente y puntual» de algunos artículos del Reglamento de Caza, la reforma de la Ley de Conservación de la Naturaleza de la región y aspectos relacionados con la simplificación administrativa a fin de «aligerar» la «carga administrativa» que supone la gestión de un coto.
Educación ambiental, protección de la caza menor y espacios en la televisión regional
El texto del Pacto por la Caza también recoge la inclusión en planes de educación primaria de materias de educación ambiental en las que esté incluida la actividad cinegética con el fin de que los más pequeños «no pierdan el contacto y el conocimiento sobre la naturaleza de forma directa».
Respecto a la caza menor, el pacto ve necesario poner en marcha un Plan de Protección de la Caza Menor, apoyando iniciativas de los acotados para la protección de las especies cinegéticas, especialmente las aves sedentarias y migratorias, y fomentando el control de especies predadoras que están causando graves problemas como el meloncillo. Además, se apuesta por la armonización de los periodos de veda, la inversión en la actividad cinegética de al menos el 10% de los retornos fiscales.
El Pacto por la Caza aboga también por «un mayor y más sólido apoyo institucional» de la caza en los que se resalten los valores sociales, culturales, deportivos y económicos de esta actividad, lo que hace necesario «poner en marcha un plan público de promoción de los valores que representa la actividad cinegética» a través de espacios en los medios públicos de comunicación, particularmente en la televisión regional Castilla-La Mancha Media.
Silvestrismo, formación y caza social
Como consecuencia de la actual postura de la Comisión Europea en relación al silvestrismo, es necesario y urgente la puesta en marcha de un estudio que acredite científicamente la viabilidad o no de la cría en cautividad como solución satisfactoria y alternativa a las capturas excepcionales de aves fringílidas, así como «un apoyo claro, conciso, sin tapujos» a las modalidades tradicionales de caza y que sean defendidas con los argumentos técnicos y científicos necesarios para que sigan formando parte de la historia y la tradición de los cazadores.
En materia de empleo, el documento propone el fomento de la formación de todos los empleos que se generan en la caza -guardería, especialistas control de predadores, ojeadores, secretarios, cargueros, muleros, taxidermistas y gestores-; además de la puesta en marcha de incentivos fiscales y la creación de una Escuela Regional de Caza.
Finalmente, se apuesta por que el Gobierno regional siga avanzando en el modelo actual de cesión del aprovechamiento cinegético de montes públicos, apostando por una mayor agilización y simplificación de los trámites, así como por incentivar la participación de las poblaciones locales en dichas adjudicaciones.
También se promueve un «impulso real» de los cotos sociales gestionados por la propia Junta para que la gente con menos recursos pueda ejercer esta actividad en Castilla-La Mancha y se explicita la necesidad de que para la constitución de Zonas Colectivas de Caza sea necesario que dichos acotados y sus socios deban estar federados.