Cerca de medio millar de tractores provenientes de distintos puntos de Asturias se han concentrado este 29 de diciembre en Oviedo en una protesta ganadera por el «abandono» del campo y la «asfixia» a la que están sometidos los productores en una jornada que ha finalizado ‘a palos’ entre miembros de explotaciones ganaderas y de la Policía.
La protesta ha durado alrededor de tres horas y ha discurrido por el centro de la capital asturiana hasta la sede de Presidencia del Principado, donde un grupo de jóvenes ha tratado de entrar a empujones frente a los agentes que impedían su paso. Finalmente, algunos de los jóvenes han comenzado a agredir con bastones y varas a los agentes, que han respondido con una carga policial para disolver a los manifestantes.
Se trata de la segunda tractorada convocada por la asociación Asturias Ganadera tras la celebrada el pasado 2 de diciembre en la capital asturiana y que logró reunir a unas 600 personas y unos 150 tractores. En esta ocasión la convocatoria ha logrado reunir a unos 2.000 ganaderos que han llevado hasta las calles de Oviedo cerca de 500 vehículos para protestar por lo que califican como «reconversión oculta» del sector ganadero «en beneficio de la gran industria alimentaria».
Denuncian la inclusión del lobo en el LESPRE
El portavoz de Asturias Ganadera, Xuan Valladares, ha advertido de la «asfixia» que sufre el campo asturiano por los bajos precios que perciben los productores y también por la inclusión del lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), lo que supone elevar al máximo la protección de una especie que provoca importantes daños sobre la cabaña ganadera.
La manifestación ha finalizado frente a la sede de Presidencia del Principado, donde los ganaderos han protestado con petardos y bengalas entre los continuos pitidos de los vehículos agrícolas.
Disfrazado de rey mago, uno de los ganaderos ha llenado el primer peldaño de la escalera de la sede presidencial con calaveras de animales a los que ha empapado con un líquido rojo simulando sangre y otro ha colocado diferentes paquetes «en forma de regalo» con mensajes sobre los problemas que sufre el sector.