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Una joven pastora escribe esta magistral carta reflexionando sobre la gestión del lobo en España

La ganadera, en una imagen en su trabajo diario. © Facebook

La joven ganadera de Sierra de Gata Nazaret Martín ha publicado en su perfil oficial de Facebook una magnífica carta abierta reflexionando sobre la situación del lobo en España y también de los mastines, especie con la que trabaja día a día. Recordemos que el control del cánido está prohibido desde el pasado año en toda España en una iniciativa impulsada por el Ministerio de Transición Ecológica, lo que está poniendo en grave peligro a la ganadería en extensivo.

Aunque este problema no le afecta de lleno a la ganadera, ubicada en Extremadura y donde esta especie aún no se encuentra extendida, sí que reflexiona sobre otros compañeros que tienen que hacer frente a ella día a día y luchar, además de contra los precios de los productos, contra los depredadores.

La misiva que ha publicado la joven ganadera en Facebook

Hay cosas que no entiendo.

Cómo es posible que haya gente que diga, lobos sí, mastines no.

Es decir, las mismas personas que arremeten contra la presencia de mastines sueltos en el campo, suelen ser las mismas que defienden la existencia de manadas de lobos sueltas en el campo.

Incluso he llegado a leer que los mastines son más peligrosos que los lobos.

Si vas paseando por el monte, ¿qué prefieres encontrarte en tu camino, una manada de perros o de lobos? Yo lo tengo claro.

La naturaleza es violenta. Los animales matan por necesidad y por placer. Los lobos, igual que los zorros, los meloncillos y otros depredadores, matan todo lo que pueden, y se comen lo que pueden. Y lo que no pueden comerse se pudre en el campo.

Sienten y padecen, está claro, hay que tratarlos bien, respetar su naturaleza y espacios naturales e intentar conservarlos.

Pero los animales no tienen moral. Solo tienen instinto. La moral y el raciocinio son algo exclusivo del ser humano.

El lobo es un depredador peligroso, tanto para la ganadería, como para las personas.

En el norte de Extremadura no hay manadas de lobos asentadas de momento. Con su actual protección, es posible que en unos años sí las haya, como las había hace 50 años.

Soy ganadera, y este tema me preocupa por razones obvias.

Yo puedo soportar que una manada de lobos (o cualquier otro depredador) me mate 3 o 4 ovejas al año. Es más, debo soportarlo porque esos animales cumplen su función en este planeta. El ser humano no tiene derecho a aniquilar a cualquier especie que le cause molestias. Todos somos necesarios para que la naturaleza funcione. Y esto no es un debate, es un hecho, se llama efecto mariposa.

Sin embargo, si la matanza de ganado por su parte fuera algo frecuente, y el número de lobos en un determinado territorio fuera tan elevado que incluso las vidas humanas corrieran peligro, habría que tomar medidas. Esto es así.

Yo respeto a los lobos, incluso los admiro, me parecen animales genuinos. Pero si tengo que elegir entre ellos o yo, ya podéis deducir la respuesta.

Tiene que haber un equilibrio, nos guste o no.

       
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