En los últimos días, un vídeo de TikTok se ha hecho viral entre los amantes de la vida rural y la producción local. La protagonista es Nazaret Martín Crespo, ganadera y creadora de contenido, que ha querido mostrar de manera sencilla cómo un simple tomate puede marcar la diferencia cuando procede de un huerto frente a los lineales de un supermercado. El resultado ha despertado la atención de miles de usuarios en la red social.
El clip, que acumula ya miles de visualizaciones, arranca con Nazaret mostrando dos tomates: uno comprado y otro recogido de su propio huerto. Su objetivo era comprobar cuál de los dos ofrecía más jugo al preparar un pan con tomate, ese clásico tentempié mediterráneo también denominado «pantumaca».
El tomate del supermercado frente al de la huerta
La joven lo explica sin rodeos: «Este tomate es comprado y estos tomates son del huerto. Vamos a empezar por el tomate del supermercado. Bueno pues, así está. Ahora lo vamos a exprimir en el pan a ver cuál tiene más zumo». Tras aplastarlo contra el pan, el resultado es escaso y con poca jugosidad, algo que sorprende incluso a la creadora.
A continuación, corta un ejemplar de su propio huerto. «Y el del huerto que está verde… Este que está verde, no sé si abrirlo así o así. Lo voy a abrir así. Mirad, tomate del supermercado lo vamos a exprimir bien exprimido. Para untar el pan y hacer un bocadillo de pan y queso que esto está riquísimo así». La comparación es inmediata y contundente: el tomate casero, aun sin madurar del todo, suelta abundante jugo y ofrece un sabor mucho más intenso.
@nazaretmartinc Voy a comparar los #tomates de mi #huerto ♬ sonido original – nazaretmartinc
Reacciones y debate en redes
El vídeo no solo ha despertado la curiosidad de quienes siguen a Nazaret, sino que ha reavivado el eterno debate sobre la calidad de los productos de supermercado frente a los de proximidad. «Madrita mía y está verde… Está verde el tomate… ¡Mirad! ¡Y sobra!», exclama la joven mientras enseña el pan empapado en el zumo que ha desprendido el tomate.
La escena se completa con una reflexión final que resume toda la experiencia: «Un pantumaca hortelano y un pantumaca del supermercado». Una frase que sintetiza no solo el contraste entre ambos alimentos, sino también la reivindicación del valor de los productos tradicionales y el trabajo de quienes los cultivan con mimo.
El vídeo ya supera las 290.000 reproducciones y cientos de comentarios, muchos de ellos apoyando la defensa del producto de cercanía y recordando la importancia de mantener huertos familiares para conservar los sabores auténticos.