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Tres furtivos cometen un error garrafal en Cáceres y acaban guiando a la Guardia Civil hasta un rifle escondido

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El pasado 21 de agosto, agentes de la Guardia Civil del Puesto de Serradilla activaron un operativo tras recibir un aviso sobre posibles actividades de furtivismo en una finca de Casas de Millán, en la provincia de Cáceres. Lo que parecía un dispositivo más contra estas prácticas ilícitas acabó con una escena insólita: los propios sospechosos terminaron conduciendo a los agentes hasta el escondite del arma que pretendían ocultar.

La intervención comenzó cuando una patrulla se cruzó con un vehículo ocupado por tres hombres que, al percatarse de la presencia policial, aceleraron bruscamente e iniciaron una fuga desesperada. La persecución obligó a movilizar a varias patrullas para establecer un cerco, logrando finalmente detener el coche en una vía próxima al lugar de los hechos. Uno de los ocupantes incluso intentó escapar a pie, ocultándose entre la vegetación, aunque terminó entregándose y reuniéndose con los otros dos investigados.

Una huida frustrada

Durante el registro del vehículo, los guardias hallaron indicios claros de actividad ilícita: botas de monte usadas, un maletín con linterna acoplable a un arma, una emisora y bolsas de gran tamaño. Elementos que, según subrayó el Instituto Armado, son habitualmente empleados en el furtivismo nocturno.

© Guardia Civil

El golpe de efecto llegó poco después. Ante las pruebas y la presión de los agentes, los tres individuos cambiaron de actitud y optaron por colaborar. Fueron ellos mismos quienes llevaron a la Guardia Civil hasta el lugar exacto en el que habían escondido una caja de balas, un silenciador y un rifle con el que presuntamente habrían abatido animales sin autorización.

© Guardia Civil

Hallazgo de animales abatidos

La confirmación de las sospechas llegó en días posteriores. El encargado de la finca comunicó al cuerpo la aparición de un muflón abatido cerca de la carretera, y poco después notificó la localización de un segundo ejemplar muerto. La propiedad ya había denunciado en los últimos meses un incremento de estas prácticas ilegales, con numerosos animales hallados sin vida y sin autorización de los titulares del coto.

Diligencias penales y armas prohibidas

Con todas las pruebas reunidas, la Guardia Civil instruyó diligencias penales contra los tres investigados por un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, así como otro de tenencia ilícita de armas. El caso ya ha sido puesto en manos de la autoridad judicial de Cáceres.

El Instituto Armado recordó además que los silenciadores están catalogados como elementos prohibidas en España según el Reglamento de Armas y su utilización puede acarrear duras sanciones.

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