Con la llegada inminente de la berrea del ciervo, una de las épocas más esperadas por los cazadores, los furtivos han comenzado a esquilmar los cotos de caza, aprovechando que aún no ha dado comienzo la temporada oficial. Este fenómeno ha generado gran preocupación entre las autoridades y los defensores de la fauna, ya que los furtivos acaban en estas fechas con los mejores ejemplares de ciervo, poniendo en riesgo la sostenibilidad de las poblaciones de esta especie.
La Guardia Civil investiga a tres personas en Jaén
La Guardia Civil ha informado sobre la investigación de tres personas en la provincia de Jaén por actividades de furtivismo. Este operativo se enmarca dentro de la orden de servicio sobre el control de esta lacra, ejecutada por la benemérita con componentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA).
Los investigados son dos vecinos de Santisteban del Puerto, de 26 y 34 años, y otro de Castellar, de 29 años, a quienes se les acusa de un delito contra la fauna y flora y tenencia ilícita de armas.
Los agentes establecieron varios apostaderos, uno de ellos en las proximidades de un coto privado de caza en los términos municipales de Villarrodrigo y Siles. Durante la vigilancia, observaron la llegada de un vehículo del cual descendieron dos personas, cada una portando una mochila, y se adentraron en la finca. Los agentes permanecieron en sus posiciones y, posteriormente, vieron a estas personas regresar por el mismo camino. Uno de ellos llevaba un rifle colgado a la espalda, mientras que el otro portaba una cabeza de ciervo de grandes dimensiones dentro de una mochila. Un vehículo los esperaba para darse a la fuga en el momento en que iban a ser identificados por los agentes.
Persecución y captura
En la persecución que siguió, uno de los huidos fue alcanzado por los agentes de la Guardia Civil, quienes comprobaron que portaba una cabeza de ciervo. Posteriormente, los agentes localizaron el cuerpo decapitado del animal. Además de las denuncias administrativas, las diligencias instruidas han sido remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia de Villacarrillo.
La actividad de los furtivos no solo representa una amenaza para la fauna local, sino que también afecta negativamente a los cazadores que respetan las normativas y contribuyen a la gestión sostenible de los cotos de caza. La caza en berrea es una práctica tradicional que, realizada de manera responsable y conforme a los cupos establecidos por los planes técnicos de caza, ayuda a mantener el equilibrio de las poblaciones de ciervos. Sin embargo, el furtivismo pone en peligro este equilibrio y puede llevar a la disminución de los mejores ejemplares, afectando la calidad genética de la población.
La actividad de los furtivos antes de la llegada de la berrea del ciervo es una problemática grave que requiere una respuesta contundente por parte de las autoridades y la sociedad. La preservación de la fauna y la caza sostenible son objetivos que deben ser protegidos para asegurar el equilibrio ecológico y la continuidad de las tradiciones de caza en España.