En la madrugada del pasado 10 de agosto, los agentes del Seprona sorprendieron a tres individuos que circulaban en coche por la Reserva de Caza de los Montes Universales. Desde el vehículo dispararon contra un grupo de ciervos, matando a uno de ellos. El operativo, en el que colaboraron guardas y Agentes de Protección de la Naturaleza, permitió frustrar la acción furtiva y detener a los implicados.
Los arrestados, con edades entre 25 y 38 años, proceden de Albacete, Almería y Granada. El suceso pone de relieve una lacra recurrente: el furtivismo en los últimos días de agosto, cuando los ciervos ya han desarrollado sus nuevas cuernas y se preparan para la berrea, un momento clave en la gestión y conservación de esta especie en España.
Disparos de madrugada
Los hechos ocurrieron alrededor de la una de la madrugada en las inmediaciones de la carretera A-1512, que une Torres de Albarracín y Tramacastilla. Según informó la Guardia Civil, los furtivos abrieron fuego desde el vehículo contra los animales, un método prohibido y especialmente dañino para las poblaciones de ciervo.
Al ser interceptados, intentaron deshacerse de parte del material ilegal. Los agentes hallaron un rifle calibre .308 Winchester cargado y equipado con un visor nocturno, accesorio no autorizado en Aragón. También localizaron un silenciador que arrojaron por la ventanilla, además de un segundo rifle en calibre .243.
Armas ilegales y material incautado
En el registro se incautaron linternas, visores y cuchillos de monte, todos ellos utilizados para facilitar la actividad ilícita. El empleo de silenciadores está expresamente prohibido por el Reglamento de Armas y Explosivos, lo que agrava la acusación.
Los tres detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel, acusados de un presunto delito contra la fauna. Mientras, el ciervo abatido se convierte en el símbolo de una práctica que, cada año, amenaza con arruinar la temporada legal de caza y el esfuerzo de los cotos en conservar sus poblaciones.
El furtivismo antes de la berrea
La operación pone de manifiesto cómo los furtivos aprovechan estas fechas para abatir a los mejores ejemplares antes de que los cazadores puedan hacerlo de manera legal a partir de septiembre. La berrea del ciervo, uno de los espectáculos naturales más emblemáticos del campo español, es también motor económico y turístico en zonas rurales como la Sierra de Albarracín.
El daño causado por estos actos trasciende al animal abatido: afecta al equilibrio de la población, perjudica a los cotos que invierten en conservación y priva a los cazadores legales de la oportunidad de gestionar el recurso de forma sostenible.