Los agentes del SEPRONA de la Guardia Civil han destapado un grave caso de furtivismo en una finca situada entre los términos municipales de Hornachos y Puebla de la Reina, en la provincia de Badajoz. Cuatro vecinos de Jaén han sido investigados por su presunta implicación en la muerte de tres ciervos y en el expolio de numerosas cuernas.
Según la información facilitada por la Benemérita, los hechos se remontan al pasado mes de diciembre, cuando comenzaron a detectarse ciervos muertos en la finca, abatidos con arma de fuego y despojados de sus trofeos y de la carne más codiciada. Los animales fueron abandonados en el monte, mientras que los autores solo se llevaron los lomos y las cuernas.
Una investigación minuciosa del SEPRONA
La operación, bautizada como “Luchadera”, ha contado con la intervención del SEPRONA de Badajoz y de la Patrulla de Hornachos, en colaboración con la Unidad de Protección de la Naturaleza (UPRONA) de Jaén. Tras meses de pesquisas y vigilancia, los agentes lograron identificar a cuatro conocidos furtivos con un amplio historial delictivo.
Los investigados accedían a la finca saltando el vallado y utilizaban rifles para abatir a los animales. Posteriormente, cercenaban las cabezas con los trofeos con el objetivo de introducirlos en el mercado negro.
Desmogues sustraídos
Además del furtivismo de ciervos, los agentes comprobaron que los investigados habían accedido en numerosas ocasiones al coto para apoderarse de cuernas durante la época de desmogue. Se estima que el valor de lo sustraído, entre trofeos y cuernas, supera los 10.000 euros.
Este tipo de práctica constituye un grave perjuicio para la gestión cinegética de la finca, ya que priva a los gestores de recursos valiosos para la conservación y aprovechamiento sostenible de la fauna.
A disposición judicial
Con todas las pruebas reunidas, la Guardia Civil instruyó diligencias contra los cuatro sospechosos, que ya han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Villafranca de los Barros. Se les atribuye un delito contra la flora y fauna, recogido en el artículo 335 del Código Penal, por abatir animales de fauna cinegética sin autorización y por sustraer desmogues.
La investigación supone un nuevo golpe contra el furtivismo, un problema que sigue afectando gravemente a los cotos españoles y que pone en riesgo tanto la conservación de la fauna como la economía vinculada al medio rural.
