La expansión de la agricultura intensiva y el uso masivo de fitosanitarios están dejando una huella cada vez más evidente en la fauna silvestre. Entre las especies afectadas se encuentra la perdiz roja, una de las más emblemáticas y también más vulnerables del campo español. Investigaciones recientes impulsadas por científicos españoles han puesto el foco en la relación directa entre el uso de determinados productos agrícolas y el declive de esta especie clave para el equilibrio de los ecosistemas agrarios y para la actividad cinegética.
Un equipo del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) publicó los resultados de un estudio centrado en los efectos del flutriafol, un fungicida sistémico ampliamente utilizado para el tratamiento de semillas de cereales. El ensayo consistió en alimentar a perdices rojas con trigo tratado con diferentes concentraciones del producto durante 25 días en invierno, una época crítica para su preparación reproductiva.
Drástico descenso en la reproducción
Los resultados del trabajo son alarmantes. Las perdices expuestas al flutriafol mostraron una reducción notable del colesterol y triglicéridos, así como una pérdida de pigmentación en los anillos oculares, un signo fenotípico visible del deterioro. Pero lo más preocupante fue el efecto directo en la reproducción: la producción de descendientes cayó en más del 50%.
«Estos resultados demuestran que el tratamiento de semillas con flutriafol representa un riesgo para las aves granívoras», alertan los investigadores. La reducción en el tamaño de las nidadas y la proporción de huevos fértiles confirma que los efectos del fitosanitario no se limitan al individuo, sino que impactan de forma decisiva sobre la viabilidad poblacional.
Desde el IREC insisten en que estos datos evidencian la necesidad urgente de revisar los actuales sistemas de evaluación de riesgos y regulación de productos agrícolas, que no siempre tienen en cuenta el impacto en la fauna silvestre.
La amenaza invisible en los campos de cereal
Los efectos no acaban ahí. Un segundo estudio, realizado en el marco del Proyecto REGRESEEDS por el IREC en colaboración con el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (IRIAF) de Castilla-La Mancha, analizó cómo afectan otros dos fitosanitarios al desarrollo embrionario de la perdiz roja.
Los científicos simularon dos escenarios: uno de fumigación directa sobre los nidos y otro de exposición por contacto con suelos previamente tratados. Los productos usados fueron un herbicida de hoja ancha con 2,4-D como principio activo y un fungicida con tebuconazol.
Mortalidad elevada en pollos por fumigación
El estudio reveló que los huevos expuestos a fumigación acumulaban niveles de fitosanitarios de tres a catorce veces superiores a los expuestos solo por contacto con el suelo. Esta diferencia se tradujo en una reducción de la supervivencia de los pollos y un incremento significativo de la mortalidad: un 26% más en el caso del tebuconazol y un 24% en el del 2,4-D.
Estos resultados refuerzan la tesis de que el uso de fitosanitarios, lejos de ser inocuo, está comprometiendo la biodiversidad en los entornos agrícolas. Y la perdiz roja, joya de nuestros campos, puede estar pagando el precio más alto.
