La Fundación Artemisan ha registrado este martes un documento de 14 páginas que recoge numerosas alegaciones al anteproyecto de Ley de Bienestar Animal promovido por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España.
En primer lugar, la Fundación pide la retirada total del anteproyecto por su clara tendencia animalista y su fuerte carga ideológica, así como por la ausencia de criterios científicos y por la nula participación de los sectores afectados, que mayoritariamente se han posicionado en contra.
Un anteproyecto que impone la castración de animales
En este sentido, Fundación Artemisan defiende que se parte del concepto equivocado de querer equiparar los derechos de los animales con los de las personas y critica que imponga la castración de animales, así como la prohibición de cría por parte de particulares, algo absolutamente injustificable.
Además, la entidad considera que la norma invade competencias de las comunidades autónomas que ya han regulado sobre esta cuestión, así como las del Ministerio de Agricultura, en el caso de los animales de producción.
De no admitirse la retirada definitiva del anteproyecto, Artemisan solicita numerosas modificaciones en el texto, la primera de ellas, al considerar que no pueden ser objeto de regulación del anteproyecto materias como la actividad cinegética y la utilización de animales auxiliares del cazador, por lo que pide que se excluya de forma expresa a los perros de caza, así como los de pastoreo y vigilancia.
Los animales silvestres ya son objeto de regulación específica
Asimismo, Artemisan insta en las alegaciones propuestas a que se excluyan del anteproyecto los animales silvestres, incluidos los que estén en cautividad o se críen con fines cinegéticos, que ya son objeto de una regulación específica tanto internacional, como nacional y autonómica.
Entre otras cuestiones, recuerda que la comunidad científica se ha posicionado claramente en contra del anteproyecto y que la definición de maltrato animal reflejada es contraria a la legislación europea. Además, recuerda que la legislación europea impide que determinados animales, como perros, gatos y hurones sean considerados «per se» animales domésticos, como pretende la ley.
Igualmente, se pide la retirada total del título V ‘Inspección y vigilancia’, por ser contrario al ordenamiento jurídico, ya que prevé la obligación de las personas poseedoras de animales de permitir la realización de inspecciones sin existir mandato judicial previo o la instalación de sistemas de videovigilancia en instalaciones donde se manipulen o sacrifiquen animales, lo que supone una clara colisión con el derecho a la intimidad y a la propia imagen.
Un capítulo exclusivo para las colonias felinas
Finalmente, sorprende que el anteproyecto cuente con un capítulo exclusivamente dedicado a las colonias felinas, como si fuera la especie más necesitada de protección. En este sentido, Fundación Artemisan recuerda que no se han tenido en cuenta los estudios científicos que señalan los perniciosos efectos sociales y sobre la conservación de la fauna salvaje que generan los gatos callejeros.
Todo ello, entre otras muchas cuestiones, se recoge en el documento de alegaciones presentado con el que la Fundación espera que impere el sentido común y se retire, o en su defecto se modifique profundamente, un anteproyecto de ley que se ha elaborado de espaldas a los sectores afectados y que, de aprobarse, supondría graves consecuencias incluso para los propios animales que pretende proteger.