Esta imagen ha sido tomada recientemente por un agricultor en España y compartida en el grupo de Facebook de Jara y Sedal. En ella se muestra una estampa que ya comienza a ser demasiado habitual a lo largo y ancho de nuestra geografía: un numeroso grupo de cigüeñas aglutinadas tras una cosechadora. Las aves, atraídas por los animales que pueda dejar sin cobertura la maquinaria a su paso, vuelan alrededor de dejando una llamativa estampa.
Como ya explicábamos en este artículo de Jara y Sedal, diferentes estudios científicos han constatado que unos 40 depredadores ibéricos -entre ellos las cigüeñas- se alimentan de pollos de perdiz o codorniz en alguna de sus etapas de desarrollo (huevos, pollos o adultos); Yanes et al., 1998, Duarte et al., 2008. En el caso de las perdices, nada más salir del cascarón, los perdigones pueden ser presa de las cigüeñas, entre otros. Aunque están dotados de un mimetismo extraordinario que hace que el camuflaje sea su principal defensa y cuentan con la ayuda experta de sus padres, son blanco fácil para aquellos depredadores que los localizan ayudados por la ausencia de cobertura que dejan a su paso las cosechadoras.
La imagen recuerda a la sucedida hace un mes en el término municipal de la localidad pucelana de Villalón de Campos y también a las publicadas por este medio el pasado año en la provincia de Segovia, en las que aparecen cigüeñas intentando comer pollos de perdiz y codorniz.
En ella, un agricultor mostraba la llamativa imagen que dejaba a su paso una cosechadora: «Villalón de Campos, 8 de junio de 2021, estamos cargando un forraje de avena y tenemos sobrevolando unas 80 águilas. Las cigüeñas, más de 100, van llegando por oleadas, no sé de dónde salen tantas».